OPINIÓN | Fermín Silva Cayatopa: tiempo de servir
Desde el año 1963 es costumbre en el Perú que el Presidente de la República elija los primeros días del nuevo año una denominación que será utilizada como membrete en todos los documentos del Estado. El presidente Martín Vizcarra dispuso colocar “Año de la Lucha contra la corrupción y la impunidad”.
¿Pero, solo quedó en un membrete? ¿El gobierno está tomando cartas en el asunto?
Según un informe de la Defensoría del Pueblo señala que la corrupción nos arranca el 10% del presupuesto general de la República, escenario que perjudica el bolsillo de todos los peruanos.
¿Dónde está la administración pública y sus actores principales?
¿Dónde están las acciones de la gestión pública mediante las cuales las entidades obtendrán los objetivos y metas trazadas?
Podemos decir que la gestión o administración pública es la disciplina relacionada al derecho público que aborda una óptima coordinación integral del accionar de las autoridades.
El propósito de la gestión pública es organizar, planear, controlar y dirigir el funcionamiento y sostenibilidad de los servicios públicos.
La gestión pública en el Perú está en un momento crítico, desde el plano profesional hay que revolucionar el aparato estatal; empezando desde los funcionarios involucrados con la corrupción y las malas praxis.
Es importante tener 6 puntos para una óptima gestión pública.
Manejo de procesos: Realizar una planificación medible y realista frente a las exigencias públicas. Objetivos claros.
Gestión de imagen de autoridad: Revertir la problemática de la burocracia y empoderar a entidades de acuerdo a las necesidades públicas. Gestión de calidad y satisfacción al público.
Beneficio imparcial: El gobierno siempre se encuentra en medio de la justicia y la exigencia de la opinión pública, se debe demostrar que existen regulaciones que benefician a todas las exigencias.
Tecnología y trabajo en equipo con personal capacitado.
Comunicación adecuada: esto mantendrá un nivel de conformidad y mayor nivel de eficiencia.
Gestión orientada a resultados: Promueve los objetivos de: eficiencia, eficacia, productividad y transparencia, informar a través de indicadores de desempeño.
Una exigencia es que los que ocupan altos cargos sirvan al país y no se sirvan para beneficio propio, piensen que tenemos que vivir en una sociedad en la que el bienestar se retroalimenta y llega a la mayoría. Es momento de servir y no servirnos, ojalá algún día ese sea el lema y se ejecute verdaderamente.