OPINIÓN | Fermín Silva Cayatopa: suicidio de honor o fuga
Por la muerte del expresidente Alan García mis condolencias a su familia y al Apra, un político audaz, inteligente, que según el embajador de EE.UU. (Curtis Struble) era orgulloso, arrogante y tenía un ego colosal y con enemigos que querían verlo muerto en vida, sufriendo la mazmorra de la cárcel, sin acusación fiscal ni sentencia, solo con el circo de la detención preliminar y preventiva que atenta contra la presunción de inocencia y el debido proceso, pero él, liderando su propia muerte para seguir viviendo prefirió el suicidio a la humillación de ser fotografiado con esposas y chaleco de recluso que llenaría las portadas de los periódicos de todo el mundo.
Posibles causas del suicidio
Según Albert Camus, periodista y filósofo francés, un suicida dilucida si su vida es digna de ser vivida; asumo que Alan García analizó su vida en la cárcel: humillado, sus hijos avergonzados, su partido desarticulado; en cambio muerto: nunca humillado, sus hijos orgullosos, el Apra más unido que nunca, siguiendo el camino de 2 mitos o leyendas (Víctor Raúl y Alan García), por eso se mató haciendo que el final de su vida sea el último acto político de su carrera.
Alan García tenía un trauma con la cárcel, porque su padre estuvo preso cuando él era niño.
Alan García estaba seguro de su inocencia y que su persecución no era para saber la verdad si no una venganza política.
Alan García se sentía cercado, Jorge Barata informó que entregó a sus hombres de confianza (Luis Nava, José Nava, Miguel Atala y Gonzalo Monteverde) 14 millones de dólares, también informó sobre la empresa Don Reyna que facturó millones de dólares a Odebrecht y sobre los 100,000 dólares que Odebrecht pagó a Alan por la conferencia que dio en Brasil, además de las 13 adendas que benefició a la constructora brasileña.
El martes 23 de abril, Jorge Barata rectificará o ratificará esta información, si lo rectifica el suicidio de Alan García será de honor y si lo ratifica será de fuga y estrategia perfecta para encubrir la corrupción y obstaculizar la justicia; pese a que la intención de Alan fue que no se sepa la verdad, la sabremos, porque los procesos continúan contra los demás investigados y tampoco se salvará la riqueza acumulada de manera ilegal, porque gracias a la nueva ley de extinción de dominio, el Estado puede incautar este patrimonio por un valor igual al dinero mal habido. Finalmente, será la justicia de la historia que juzgue con serenidad estos hechos.