08/04/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
En el Perú somos aproximadamente 32 millones de habitantes, de los cuales la mitad se encuentra en edad para desempeñar un trabajo, es decir 16 millones son parte de la población económicamente activa (PEA), de este, la mitad o sea 8 millones, se encuentran como subempleados, tienen un trabajo, pero su remuneración no les permite salir de su condición de pobreza, o buscan trabajo y no lo encuentran, sumado a esto cada año tenemos 400 mil nuevos personas que cumplen 18 años de edad, dispuestos a trabajar.
De hecho, nos encontramos montando un caballo que va de prisa, desbocado, sin poderlo abastecer de todas sus necesidades, sin un plan para convertirlo en un caballo poderoso en su máximo potencial.
Es imperativo un crecimiento en el PBI, según los expertos es necesario crecer 5 puntos para mejorar la calidad de empleo en el Perú, lo cual es un sueño, para tener una idea, con tan solo un punto ganado en el PBI significa 30 mil puestos de trabajo formal.
Esto nos exige con urgencia tener una economía de crecimiento planificado, acelerado y sostenible, casi imposible para nuestra realidad, teniendo en cuenta entre varios otros factores la desaceleración en el crecimiento del PBI, la falta de políticas de promoción de empleo, la discontinuidad en el sector, cambios constantes en el Ministerio de Trabajo, ausencias en políticas para el desarrollo del mediano y pequeño empresario.
La única forma de crecer es a través del consumo, si el empleo no aumenta no crece el consumo, que es el motor para que la economía se reactive, las personas adquieren productos en la medida que tengan el dinero, al tenerlo puedo comprar más y las empresas tendrán que producir más para poder abastecer la demanda del mercado. El peruano vive el día día, el 65% no tiene opción al ahorro, es decir gasta lo que percibe en el mes.
Necesitamos generar un plan de inversión pública y privada, revisar el marco legal del mediano y pequeño empresario, generar un mecanismo de reducción de impuestos para apoyar al pequeño empresario (menos de 10 trabajadores) para su formalización, generar un incentivo para que el informal encuentre atractivo formalizarse porque tampoco es justo que los trabajadores que ascienden al 70% de contratación informal sigan en el abuso por falta de empleo y tengan que continuar en empresas informales sin beneficio alguno que no les permitirá gozar de ningún beneficio como jubilación, salud, etc. estando obligados a trabajar hasta el último día de su vida.
Esta es la fórmula, encontrar que el informal que migre a lo formal por los beneficios que ambos recibirán, que encuentre estabilidad en lo político y constitucional, así crecerá también el emprendedor y su empresa. Necesitamos una gran reforma laboral. El estado ha dado muestras de esfuerzos incipientes y los resultados no han sido impactantes.