OPINIÓN | Esther Capuñay: solo con el diálogo se podrá superar el clima de conflicto
Dos focos acaparan la atención de la clase política y de los medios de información capitalinos estos días de Dios: las denuncias y acusaciones que se lanzan los padres de la patria en el Congreso de la República, con todo tipo de adjetivos, aún los irreproducibles, y el intento de limpiar de vendedores ambulantes el emporio más importante de las confecciones en Latinoamérica, el de Gamarra, agobiado hasta hace unos días por miles de personas que vendían de todo en sus calles y veredas.
Claro que esos no son los únicos conflictos que afronta la sociedad peruana tan activa y viva. Hay más de un centenar de ellos según las instituciones que se encargan de su seguimiento. Los más importantes quizá por su trascendencia son los referidos a los que tienen que ver con la minería, la actividad económica más importante del Perú, y la vía más práctica y viable para que el país pueda salir de la pobreza.
Sin embargo, la prensa se regodea difundiendo imágenes y declaraciones de los congresistas que no tienen cuándo acabar y que se reavivan con sorprendentes intervenciones ante la sorpresa de la población. Esos excesos son los que el gran público censura porque revelan muchas veces un nivel muy pobre en el debate, dejando por ese motivo de lado los asuntos importantes que siguen esperando turno para su debate y aprobación.
Como telón de fondo, el país vive dos importantes acontecimientos que apenas figuran en la agenda nacional: los desastres naturales que han vuelto a recrudecer y el inicio a trompicones del año escolar, en muchos casos con niños acudiendo a locales escolares peligrosos por su escasa seguridad.
En este ambiente es que ha comenzado su labor el nuevo gabinete ministerial que preside el abogado y actor Salvador del Solar, nombramiento que ha sido al parecer mayoritariamente aceptado. Su próxima performance se dará en el Congreso cuando el exministro de Cultura vaya en busca del respaldo que la Constitución exige. Hasta ahora ningún grupo político ha salido a confrontarlo. Ese es un buen síntoma.
De la manera como el gabinete Del Solar afronte los problemas que seguramente se irán agudizando en el país en la medida que la situación económica no mejore notoriamente, los conflictos sociales podrán ser controlados para impedir situaciones del pasado que tanta repercusión tuvieron en la vida nacional.
Esperemos que la situación tanto económica como política mejore, que el gabinete encuentre un buen cauce para su desempeño y que los conflictos en la sociedad peruana siempre en ebullición no se agudicen para bien de la nación. Que las relaciones entre el Congreso y el Gobierno también superen pasados antagonismos y que imponga la declaración formulada ayer por el presidente Martín Vizcarra: que se imponga el diálogo.