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OPINIÓN | Edwin Sarmiento: cosas de la vida

Raúl Dreyfus es un periodista de larguísimo recorrido. Él se inició como reportero deportivo en 1954 en La Tercera de La Crónica, al lado de Alfonso “Pocho” Rospigliosi.

DREYFUS
DREYFUS

17/05/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023

La Tertulia del Chivo es un cenáculo de periodistas mayores que suelen reunirse, todos los viernes, en el segundo piso del McDonald´s en Miraflores. Tomó ese nombre en homenaje al mejor reportero vivo que tiene el periodismo en el país, Humberto Castillo Anselmi, cariñosamente llamado “chivo”. Llegan puntualmente y sonrientes. Algunos portan galletas se soda que serán consumidas por todos; otros, libros que serán donados y sorteados entre los asistentes. Los temas de conversación son aquellos de coyuntura que nacen, generalmente, de un titular de portada de algunos diarios o las anécdotas que brotan, espontáneas, en el curso de la conversación. Nadie se irrita, todos ríen a raudales y las puyas recorren las dos mesas juntas, llenas de agua mineral. Las cervezas sólo afloran en el recuerdo de estos viejos periodistas, que hicieron un periodismo alegre y limpio a partir de la segunda mitad del siglo XX en el Perú y parte del actual. Quienes asisten a la Tertulia son profesionales muy conocidos y de amplia trayectoria en el oficio, que promedian las siete décadas de vida y van para más. Acuden --sólo para citar a algunos-- Domingo Tamariz, Justo Linares, Jorge Sandoval, Reynaldo Naranjo, César de los Heros, Hugo Chauca, Celinda Barreto, Edgardo de Noriega, José Vargas Sifuentes, Raúl Dreyfus. Muchos de ellos fueron directores de diarios o revistas, jefes de Información, editores, gerentes de Prensa y RRPP, tituleros en los años dorados del periodismo. O son escritores con obras publicadas sobre periodismo, poesía y literatura. Y siguen activos esbozando viejos proyectos y escribiendo en computadoras de última generación, porque sabrás, hermano, que la pasión nunca muere.

Raúl Dreyfus es el mayor de todos. Tiene 93 años, no usa lentes ni para leer, tiene la dentadura completa, siempre está de buen humor y es memorioso en las historias que cuenta y lo narra con mucha lucidez. Él se inició como reportero deportivo en 1954 en La Tercera de La Crónica, al lado de Alfonso “Pocho” Rospigliosi, una institución en esta especialidad. Dreyfus es un periodismo de larguísimo recorrido. Jugó en canchas deportivas con gramado oficial y en salas de redacción, hundiendo teclas de máquinas de escribir, a veces desvencijadas. Fue arquero de la U y compartió cuatro años al lado del legendario cañonero Lolo Fernández, de quien recuerda que cada vez que anotaba un gol, sólo se acomodaba su redecilla en el cabeza y se iba a trote al centro del campo para reiniciar el juego. Ningún disfuerzo adicional fuera de lo normal. Recuerda su infancia con cariño y mucha nostalgia. Solía recorrer las calles de la hacienda San Jacinto montado en un burro de propiedad de “Don Susuki”. Así lo conocían, los muchachos, al japonés que había llegado al país en la primera oleada de inmigrantes japoneses para trabajar en las haciendas del norte. Fue su personaje de infancia en 1936. Lo recuerda vendiendo la lata de agua a cinco centavos que trasladaba en dos burros desde la acequia más cercana al poblado, hasta que, un buen día desapareció. A los años supo que unos japoneses elegantes bajaron de un Cadillac y se lo llevaron al Japón. Sus parientes, dueños de la corporación de automóviles Suzuki, habían dado con él. Y lo hicieron accionista de dicha marca en sus años finales.