OPINIÓN | Eduardo González Viaña: ¡Se dice perdón, Felipe VI!

UNA MAÑANA DEL SIGLO XVI, EN EL CUSCO, el anciano Puma Sonqo tuvo una pesadilla. Soñó que sus cuatro nietos adolescentes habían sido secuestrados y que los empujaban a trabajar en una mina hasta la muerte. Sin embargo, despertó muy contento porque eso significaba que su país iba a ser incorporado a la civilización occidental.

En México, por ese mismo tiempo, decenas de miles de manuscritos de los ancestros mayas fueron incinerados por los conquistadores para que no quedara huella alguna de la escritura ni de la sabiduría antiguas.

Los naturales obligados a presenciar este crimen fueron después también entregados a la hoguera. Pero es probable que, ya sufriendo las llamas, dieran gracias por las gentilezas del rey de España y de su cultura.

El emperador Atahualpa fue sorprendido en Cajamarca por un orate que se hacía traducir para decirle que debía obedecer a un rey desconocido y lejano, venerar al dios supuestamente verdadero y besar un objeto rectangular de papel en señal de sometimiento.

Tal vez entonces, en vez de hacer a un lado al loquito, debió someterse al rey y agradecerle por haber enviado con un puñado de forajidos, la lengua castellana y la santa religión.

CUANDO COLÓN PISÓ LAS PLAYAS DEL CARIBE, 70 millones de personas habitaban el continente. Cien años después, solo quedaban tres millones y medio. Los derrotaron primero la metralla y la sorpresa. Después, fueron privados de su cultura y de sus creencias y sometidos a la servidumbre. Los jóvenes fueron enviados a trabajar en las minas donde morían antes de tener 20 años. Las tierras de cultivo fueron abandonadas, y por fin la hambruna y las enfermedades importadas de Europa hicieron presa de sus cuerpos.

Es razonable por eso que el presidente de México, López Obrador, haya solicitado al rey de España y al papa Francisco, que pidan perdón a los pueblos por los abusos cometidos durante la Conquista, hace 500 años. Me parece recordar que el Papa ya lo hizo en Bolivia.

QUIENES DEFIENDEN AL REY están pretendiendo confundir. Ni AMLO ni nadie en sus cabales, podría culpar a los españoles de hoy. Casi todos llevamos apellidos españoles y, por mi parte, tengo ancestros, parientes, queridísimos amigos, y un amor inmenso por España.

No. La culpa la tienen la monarquía y el sistema capitalista que se ha fundado sobre la conquista, el pillaje, la esclavización y el exterminio.

Felipe VI ha heredado el activo y el pasivo de esa institución absurda llamada monarquía que envió sicarios a América y recibió de ellos la sangrienta ganancia.

SIEMPRE HE CREÍDO que los españoles podrían ahorrar millones si en vez reyes y familias reales, pagaran cada año a una compañía de teatro para hacer sus papeles. Como no es así, el rey debe cargar ahora el pasivo. ¡Se dice perdón, Felipe VI!