Columnistas

OPINIÓN | Eduardo González Viaña: el Bicentenario comienza en Trujillo

El proceso emancipador se inició con la proclamación de la independencia en Trujillo el 29 de diciembre de 1820.
TRUJILLO
27-02-2019

La semana pasada, conversaba con Manuel Yempén, gobernador regional de La Libertad, y fue él quien me hizo recordar la frase de San Martín: "...Si no se levanta Trujillo, hubiera tenido que reembarcarme para Chile sin saber cuáles habrían sido las consecuencias para los patriotas y la independencia del Perú..."

En efecto, el proceso emancipador se inició con la proclamación de la independencia en Trujillo el 29 de diciembre de 1820. Fue en ese acto en el que se arrió el pendón colonial y se le reemplazó por la nueva bandera del Perú.

De esa manera, todo el norte peruano rompió con España porque la antigua Intendencia de Trujillo tenía dominio sobre Tumbes, Cajamarca, Amazonas, Piura, Áncash, San Martín y Lambayeque.

Si somos justos, el Bicentenario debería haberse celebrado hace 39 años para conmemorar la gesta de Túpac Amaru. Fue él quien con su proclama, con su propia vida y con la más formidable guerra dada en el continente demandó la libertad de toda América tanto de España como de su rey.

La libertad para él no supuso solo una mera separación política sino la supresión de todas las formas de explotación humana desde la mita y los corregimientos de indios hasta la esclavitud de los negros. Por él, la abolición se decretó en el Perú antes que en toda América. La fecha central del levantamiento tuvo su bicentenario en 1980.

Los levantamientos de Tacna, 1811 y 1813, Huánuco, 1812, y Cusco, 1814, tampoco han sido tomados en cuenta por los festivos iniciadores del “bicentenario”.

Si por frivolidad, se le pasó todo eso al Ministerio de Educación, al menos puede adelantar la fecha hasta el 29 de diciembre de 1820 en que se produjo la declaración de la independencia del Perú en Trujillo, o comenzar ese día el Bicentenario.

Fue en Trujillo donde -ocupados por los españoles el centro y sur más todo el Altiplano (Bolivia)- se refugió la República.

Dos veces capital del país, fue en esa misma ciudad donde se fundarían las primeras instituciones republicanas, la Corte Suprema de la República y la primera universidad laica de América.

Si por ignorancia o centralismo, se olvidó la gesta de Túpac Amaru, por lo menos es en Trujillo en diciembre de 2020, donde debe celebrarse o iniciarse la celebración del Bicentenario. Es lo justo.