OPINIÓN | Edhín Campos Barranzuela: Todo por un Rolex
Mucha alarma, zozobra y terror viene causando en la ciudadanía peruana, la incesante ola delincuencial que se viene viviendo y las nuevas estadísticas dan cuenta que en forma mensual se cometen cerca de 36,000 ilícitos penales, sin contar desde luego las denuncias que se realizan en sede policial.
El problema se agudiza, pues diferentes sectores académicos, empresariales, políticos e ideológicos vienen precisando que el país se encuentra secuestrado por la delincuencia, pues el principal problema que tiene el Perú no es el reordenamiento de los mercados, el recojo de basura, ni el reordenamiento del tránsito vehicular, sino la inseguridad ciudadana.
Evidentemente, no está demás indicar que también es necesario atender de manera prioritaria otros sectores, como por ejemplo la salud, educación, justicia, energía, reconstrucción y reactivación de la economía; sin embargo, consideramos que el tema de la inseguridad ciudadana merece una prioridad por parte de todos los sectores comprometidos para prevenir, investigar, juzgar y sancionar a la delincuencia en todas sus modalidades.
Para nadie es novedad, que amén de los problemas mencionados, se agrega uno más, es el relacionado a la migración venezolana, que ha afectado la inseguridad ciudadana y se ha podido apreciar que tienen métodos más radicales y además no tienen escrúpulos y piedad con sus víctimas.
Según fuentes de la Policía Nacional, los facinerosos son parte de la presunta organización criminal 'Los Malditos Relojeros', integrada por ciudadanos venezolanos y dedicados a sustraer relojes de alta gama, para luego venderlos en el mercado negro, por lo que según dan cuenta los medios de comunicación social, la Policía Nacional ha capturado a nueve de esa peligrosa organización, pero aún hay cuatro extranjeros que se encuentran libres y están en pleno proceso de identificación.
Según se ha tomado conocimiento en diferentes medios de comunicación, los presuntos delincuentes venezolanos realizan todo un trabajo de reglaje en el aeropuerto, centro de gran concentración de extranjeros y en lugares exclusivos, a los turistas y a empresarios, con la finalidad de sustraer el reloj de cotizada marca, pues un reloj marca Rolex puede llegar a costar entre veinte hasta cien mil dólares americanos.
En tal sentido, la inseguridad ciudadana en el Perú constituye uno de los problemas más grandes que tiene el país, sumada a la migración venezolana con el arrebato de los relojes Rolex y para su cometido no existen miramientos a su víctima, pues si opone resistencia atentan contra su propia vida.
Por lo que urge replantear una verdadera Política Criminal del Estado para prevenir, investigar, juzgar y sancionar con todo el peso de la ley, contra aquellas personas que cometen delitos graves y que atentan contra la propia seguridad ciudadana, además se tiene que articular con todos los sectores públicos y privados para dicho cometido, pues estamos comprometidos para luchar contra este flagelo y para ello también urge replantear políticas de Estado de igualdad de oportunidades y fomentar una verdadera política cultural, educativa, deportiva, para nuestros jóvenes que son la reserva moral y laboral del país. Se corre traslado.