OPINIÓN | Dr. Edhín Campos Barranzuela: "Los restos que causan polémica"
Hoy se cumplen 10 días de la muerte del principal líder de la organización terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso, y aún no se conoce dónde será incinerado, cuál es el nombre del crematorio y cuál será el destino de sus restos.
En tal sentido, a raíz de la muerte del líder senderista, se dieron a conocer diferentes puntos de vista, relacionados con la entrega del cadáver, si correspondía realmente a un familiar más cercano o que el Estado disponga su inmediata incineración.
Diversos exministros del Interior, jefes del Inpe, miembros del Grupo Especial de Inteligencia, políticos, parlamentarios y líderes de opinión, coincidieron en indicar que sus restos deberían ser cremados, para que el lugar de su sepultura, cualquier cementerio público o privado no sea escenario de peregrinación, de culto a la subversiva personalidad y además de apología al terrorismo.
En efecto, el ministro de Justicia, Aníbal Torres, manifestó que rendirle homenaje constituye apología al terrorismo y toda persona que lo haga, será susceptible de ser investigada, pues toda manifestación pública que respalde o enaltezca alguna agrupación terrorista o justifique sus actos y además rinda homenaje al cabecilla Abimael Guzmán Reynoso, es considerado delito de apología al terrorismo.
A la fecha, no se tiene alguna disposición de la Tercera Fiscalía Penal Corporativa que ordene la incineración de los restos y en las próximas horas el Dr. Vladimir Farfán dispondrá lo pertinente del caso.
Por lo pronto, las autoridades judiciales deben acatar el nuevo marco normativo promulgado el pasado viernes 17 de septiembre, mediante el cual se dispone, que en el caso del cadáver de un interno que venía cumpliendo condena con sentencia firme por los delitos de traición a la patria o terrorismo, en su condición de líder, cabecilla o integrante de la cúpula de organizaciones terroristas, se dispondrá su cremación, previa necropsia de ley.
De la misma forma, se dispone que, si los restos de su traslado, sepelio o inhumación ponen en riesgo la seguridad nacional o el orden interno del país, el fiscal competente, en decisión motivada e inimpugnable, dispone su incineración.
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Para poder ejecutar la nueva medida contra Abimael Guzmán, debe existir una coordinación entre la autoridad sanitaria del Ministerio de Salud y del Ministerio de Justicia, para que previamente se le realice la homologación del ADN obtenido del cuerpo del occiso, que días antes fue retirado de la Base Naval del Callao, en donde estuvo detenido 29 años y luego ingresado al Instituto de Medicina Legal del Callao.
No cabe duda, que se debe tener mucho cuidado con las reacciones de familiares, amigos y camaradas del extinto líder senderista, pues es probable que iniciarán una batalla legal nacional e internacional, con la finalidad de dar a conocer este presunto “atropello” a los derechos humanos y garantías convencionales.
Es importante también tener en cuenta que rendirle homenaje al cadáver o realizar movilizaciones en memoria del extinto líder, también es susceptible de iniciarse una investigación penal y para ello los servicios de inteligencia de la Dirección contra el Terrorismo de la Policía Nacional y del Ministerio Público deben estar en alerta máxima y con orden de inamovilidad, a fin de prevenir y evitar algún desmán o atentado terrorista.
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