30/01/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hay una fábula de años, de la que tome nota en mis años juveniles en esta disciplina tan interesante e importante que conlleva la economía. Se relaciona con ese maravilloso invento del ser humano, cuando logra algún excedente y que se inicia con el trueque y luego lo que se conoce como “dinero”.
La fábula, contada de diversas formas, aduce que en una pequeña ciudad costera en crisis económica, se desata una copiosa lluvia absolutamente inesperada que hace que las calles de la misma luzcan desiertas.
La ciudad enfrenta una mala racha en su economía y por ello muchos de los lugareños tienen deudas y viven al crédito.
Llega entonces un norteamericano, aparca su auto con el parabrisas totalmente mojado y sin visión y entra al único hotel pequeño y operativo que hay en el momento. Le dice a la persona que está en la recepción, que quiere una habitación para hospedarse por la noche.
El recepcionista le manifiesta que ello conlleva exhibir un billete de USD 100 y de esa forma echarle un vistazo a la habitación que requiera.
El gringo accede y le da un billete de a 100 dólares verde y casi nuevo.
El gerente del hotel toma los 100 dólares y manda a su asistente a pagar una deuda que tiene con el carnicero.
Este recibe el numerario e ipso facto, le paga su deuda al criador que le suministra cerdos.
El criador le paga lo que le debe al molino proveedor de alimentos.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María Mercedes, la prostituta del barrio a la que hace tiempo que no le paga.
Y es que en tiempos de crisis, hasta ella ofrece sus servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel, donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete de 100 dólares al gerente.
En ese momento baja el gringo, que reclama su billete de 100 dólares, porque tomó nota que la lluvia amainó y decidió mejor tomar su auto y manejar los kilómetros que le faltaban para llegar a su casa.
Le devuelven su billete y se va y toda queda como era antes.
Pero... ¿Qué paso?
Porque el billete verde circuló y varios saldaron sus deudas.
¿Es este cuento una paradoja del billete de 100 dólares circulando?
Esto de hecho no sucede en el mundo real. En la fábula el billete es un “ideal” medio de cambio indirecto y hay aquí una economía cerrada en donde todos tienen algo que ofrecer.
Y ojo, en el mundo a los créditos siempre se le añade un interés. Y si el billete va a los bancos, ellos lo multiplican y es por eso el concepto de emisión o de maquinita 1 y 2.
Nadie da dinero a costo cero en el tiempo. Al menos así parece que la cosa funciona, ¿no?
Solo que ahora la electrónica minimiza a los billetes.