OPINIÓN | Dennis Falvy: quien al cielo pide poco ¡está loco!
Sin mayor análisis ni demostración, los del sindicato de las AFP vienen planteando más fórmulas para su propio beneficio, desconociendo inclusive el efecto negativo para el Estado al pretender que el gobierno le asigne aportes que llaman semilla por cada peruano al nacer.
Las AFP, además del seguro compulsivo por 13.50% del aporte del trabajador, el año pasado cobraron como 500 millones de soles en comisiones. En paralelo su fondo bajó por los problemas suscitados en los mercados de valores externos, aunque han indicado que ya han recuperado S/ 6,447 millones al cierre del 2018, al que le llaman absurdamente rentabilidad.
Ni cortos, ni perezosos y en su afán de seguir lucrando, como ya saben cómo viene la cosa en Chile, que tiene en fondos de sus AFP USD 219,000 millones, contra los tan solo USD 48,000 millones aquí en Perú, el sindicato nos ha atiborrado con sendos publirreportajes en que se alucinan que el sistema financiero no se compara con la rentabilidad que ellos señalan, consigna el 12% promedio anual nominal en 25 años. Esto sin mencionar su pésima pensión de reemplazo que es el leitmotiv del sistema.
Esa rentabilidad nominal no introduce, aproximadamente, el 28.5% que sobre el 10% cobran por adelantado en comisiones las AFP y el extraordinario negocio de los seguros. Además, presionan sistemáticamente para que el gobierno les pague cuentas atrasadas, según ellos, de 2.2 millones de trabajadores de la ONP que se pasaron al sistema.
Proponen que el Estado otorgue S/ 1,650 al que llaman 'Capital Semilla' por cada peruano al nacer para su fondo de pensiones; promover que independientes aporten desde S/ 65, con contribución equiparada por el Estado. Sugieren, asimismo, una pensión garantizada para todo trabajador que aporte durante 20 años.
Dicen que este monto se rentabilizará en el tiempo, de modo que a los 65 años permita a todos los peruanos acceder por lo menos a una pensión similar a la que hoy entrega el programa Pensión 65, la que cuesta S/ 1,100 millones. La brillante idea del sindicato, es que además de generar una pensión universal, con el concepto de capital semilla el gasto inicial (para el Estado) de 0.18% del PBI, en la medida que el dinero se va capitalizando en el tiempo, termina bajando a 0.03% del PBI en torno al año 2065.
Para lo de los independientes el caramelo es una idea de tocar al IGV como financiamiento de estos trabajadores.
Por supuesto que se liquide la ONP y se dé a cada trabajador un bono de cierre de 80 mil soles; afuera el Reja, es decir el 95.5% y el financiamiento hipotecario del 25% para primera vivienda.
Dicen que el costo marginal de la propuesta de la reforma del sistema previsional peruano sería de 0.5% anual del Producto Bruto Interno (PBI); el que es ahora de USD 220,000 millones. Que eso será hasta el 2028 y, posteriormente, tendría una tendencia decreciente. A partir del 2044 se generaría un beneficio neto positivo en las cuentas fiscales.
Todo un embrujo para quienes les creen. Yo no les creo ni michi.