05/09/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El 11 de agosto pasado, la derrota en primarias presidenciales del presidente Mauricio Macri por casi un 50% contra algo más del 30% de la lista del justicialismo de Alberto y Cristina Fernández, revoloteó el ámbito financiero.
Macri dio diversas explicaciones, en las que incluso involucraba a su ministro de Finanzas, Nicolás Dujovne, quien había estado recortando el presupuesto como lo exigía el acuerdo de US$ 57.000 millones, que el gobierno negoció con el FMI el año pasado. El ministro renunció a los pocos días, luego que Macri volvió a quitar el IVA a los alimentos y congeló los precios de la gasolina en un esfuerzo desesperado por aplacar a los argentinos, en clara desobediencia al acuerdo con el FMI.
Hoy la mayoría de argentinos están peor que hace 4 años. Los precios han aumentado en un 250%; el peso ha pasado de 15 por dólar a casi 60, las RINS de US$ 66 a 54,000 millones antes de las primarias. Del alcalde exitoso y empresario de nota y habiendo ofrecido en su campaña que Argentina se uniría al mundo como un país normal con un equipo de tecnócratas brillantes, queda desasosiego y confusión.
¿Qué salió mal; qué falló en realidad?
Ajustar la economía gradualmente creyendo que el crecimiento amortiguaría el golpe de los recortes y los grandes aumentos en el costo de la electricidad y el transporte a medida que se retiraban los enormes subsidios.
Por tantas idas y venidas; en el 2018 los inversionistas se alarmaron y empezaron la huida, obligando al gobierno a entrar en contubernio con el FMI.
Encima el aumento de las tasas de interés y una grave sequía redujo exportaciones agrícolas. Pero el golpe principal fue la decisión, en diciembre de 2017, de aflojar sus metas de inflación, que socavaron la credibilidad del banco central. Federico Sturzenegger, el entonces presidente, se opuso por la política monetaria relativamente restrictiva del banco y problemas con el sistema previsional.
En el equipo del presidente, algunos querían un peso más débil para el crecimiento y otros uno más fuerte para combatir la inflación. La campaña de reelección del Sr. Macri se basó en el temor de convertir a Argentina en Venezuela, pero no funcionó.
Falta poco para el 27 de octubre, para saber si Argentina volverá a aquello de que no llores por ella.
En todo caso ya salió un dispositivo de control del dólar a cargo del banco central. Nada halagüeño por cierto, como asimismo es el tema del FMI.
