OPINIÓN | Dennis Falvy: "Prevención cero y hasta negativa"
La prevención es un elemento ausente en el Perú. El “Después de robado, el candado” es lo que se acomete y de mala manera. “Ese crecimiento por años del PBI, denominado “Milagro económico”, ha descuidado inversiones de infraestructura física y social y ha creado un absurdo y enorme gasto público presupuestal y una burocracia insufrible, indolente, mal preparada. Ello, además de puertas giratorias con severas muestras de corrupción. Invertir en la Refinería de Talara, la Interoceánica y el gasoducto, entre otros, ha sido nefasto.
◼ Ninguna importancia
Se ignora el silencio sísmico, que data del año 1746, con maremoto incluido en Lima Callao y que un científico Brady predijo su rotura para el año 1981. Y, y que el IGP mediante el Dr. Hernán Tavera lo advierte recurrentemente. En el año 2010 Haití rompió su silencio luego de 250 años, con un terremoto que dejó gran cantidad de pérdidas. Ni qué decir del sistema de seguridad y la invasión venezolana, que ha contribuido aún más en informalizar la economía, la que con el virus ya llega al 75% de la PEA.
◼ Algo de historia
El caso de la gripe española de 1918 fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad y se estima que mató al menos 50 millones de personas.
En Estados Unidos la enfermedad se observó en Fort Riley, el 4 de marzo de 1918. El virus sufrió una mutación que lo transformó en un agente infeccioso letal. El primer caso se dio el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto francés por el que entraba la mitad de las tropas estadounidenses aliadas en la Primera Guerra Mundial. Fue llamada gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España.
Se investigó las causas, dada la extrema virulencia del brote, pero subsiste cierta controversia respecto a las bondades de estas investigaciones.
Una de las conclusiones fue que el virus mataba a causa de una tormenta de citosinas.
◼ El drama de hoy
Los medios han expuesto de todo sobre el virus y pese a los inmensos avances en las vacunas en el tiempo, subsiste una incertidumbre en el devenir, el que no va a ser el mismo de la pre pandemia.
En Perú hay una inmensa orfandad para la post pandemia. El análisis del Dr. Baca Campodónico para los diversos planes de gobierno en la elección presidencial de abril, dan realmente preocupación por su falta de ver la cruda realidad peruana. https://www.expreso.com.pe/opinion/planes-degobierno-y-tendencia-economica/
El caso es que aquí nosotros no tenemos prevención ni norte para la post pandemia, que de seguro tendrá un cambio que vendrá de los países grandes y en varios niveles, más que nada en los aspectos sanitario y educacionales, tan venidos a menos.
◼ En rigor entonces
Una digresión a hacer y que nadie parece o quiere acometer, es que nada se puede hacer en inversión seria y que dure en el tiempo con un factor del 75% de informalidad en el sector laboral, en donde ni siquiera tenemos claro la segmentación de este fenómeno agrandado por los efectos de la pandemia y confinamientos absurdos. Pero es claro que hay que optar por inversiones grandes y que jalen en el tiempo otras y, asimismo, se generen expectativas de países, como la China inversionista con su alta tecnología y eficiencia. Así, por ejemplo, una inversión en las playas del norte del país, en el sector turismo, con un proyecto como el que hizo México en Cancún, con auspicios del Banco Mundial, luce ideal dado que este sector va a tener que esperar al menos unos 3 años para volver a tomar importancia. La tecnología China muestra la posibilidad de aprovechar el mar y hacer un aeropuerto y marinas para yates, de tal forma de descentralizar esta zona del proyecto. Otra idea es el agro rural, que tiene la oferta adecuada de producción, pero paupérrima productividad. Un enorme esfuerzo para ello, incluso con financiamiento directo del sector minero, parece plausible en lugar de grandes irrigaciones. Allí el problema de mano de obra formalizada es importante y ello conlleva un plan de infraestructura física y social para comercializar la producción interna y externamente. Hay más, pero la idea es grandes inversiones, formalización y que ellas conlleven aumento del sector servicios situados en las zonas de esos grandes proyectos. No podemos seguir midiendo a la economía con indicadores fríos como el PBI.
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