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OPINIÓN | Dennis Falvy: Ominosa deuda al Tío Sam

Cerca de 45 millones de estadounidenses tienen una deuda promedio de más de 33,000 dólares.
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27-07-2019

Hay un antiguo proverbio que señala: “Si me engañas una vez, es vergüenza para ti. ¡Si me engañas dos veces, la vergüenza es solo mía!

Es decir si te hicieron tonto una vez, la segunda ya es el colmo; aunque sabemos que el ser humano se tropieza con la misma piedra dos veces. Pero el proverbio te advierte que aprendas de tu error.

Así es con el dinero: si alguien te debe USD 10, es vergonzoso para él si no te paga. Pero si la deuda es de USD 1,000 es penoso para ti.

Timothy Coban del blog Funcas nos señala que la financiación de los estudios universitarios mediante préstamos es una práctica muy habitual en Estados Unidos.

Esto, a pesar de que buena parte de los estudiantes cuentan con alguna beca o subvención. Y es que los elevados precios de las matrículas han de afrontarse mediante créditos, de tal forma que cerca de 45 millones de estadounidenses tienen una deuda promedio, por este concepto, de más de 33,000 dólares: cerca de 1,5 billones de dólares en total. Esta enorme deuda no solo supone un lastre para los deudores, que ven retrasado su acceso a la vida adulta, sino que también presenta una cierta fragilidad para el sistema financiero, debido a la alta tasa de morosidad que presenta aún en el positivo momento que vive la economía norteamericana.

Para que la cosa quede clara del ominoso problema, ya en el año 2012 la misma BBC News Mundo publicaba una historia que se liga al proverbio que hemos citado.

Jill McDevitt, de 27 años, bien educada y que goza de renombre en su campo, está abrumada por una deuda estudiantil de USD 150,000.

Vive con su pareja en los suburbios de Filadelfia, en un piso de 74 metros cuadrados sin lavadora. "Tengo un doctorado y lavo mi ropa en la lavandería", dice.

McDevitt tiene una carrera que le encanta pues da conferencias, escribe y habla sobre la sexualidad humana; pero como no recibió ninguna ayuda financiera pidió préstamos privados para pagar sus estudios, lo que le deja una deuda mensual de USD 1,600.

"Simplemente no puedo pagar esa cantidad", dice. Luego de haber intentado negociar con varios prestamistas, está perdiendo las ganas de luchar.

"Mi crédito va muy mal", agrega. "¿Cuál es el incentivo si ya estoy acabada?"

Una historia más del Tío Sam.

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