OPINIÓN | Dennis Falvy: "¡No salen del entrampe!"
El término Abenomics (,Abenomikusu?) se refiere a las políticas económicas propulsadas por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, desde el 2012. Basado en "tres flechas" de expansión monetaria, estímulo fiscal y estructurales. Ello por el estancamiento de Japón, durante dos décadas.?
En 2012 se aprobó un proyecto de ley para aumentar la tasa del impuesto al consumo al 8% en el 2014 y al 10% en 2015 a fin de equilibrar el presupuesto nacional; desalentando el consumo.
Shinzo Abe, al asumir el cargo, contrató a un presidente radical para el Banco de Japón, que puso en marcha un programa de flexibilización cuantitativa Qe; que hizo que los precios de los activos y el tipo de cambio bajasen.
Abe con su programa de QE introdujo un objetivo de inflación del 2%.
El Banco de Japón abrazó la visión de Abe y puso en marcha un amplio programa de compra de bonos. El gobierno central abrió su grifo de gastos. Los mercados se recuperaron y el yen se desplomó frente al dólar.
El programa, sin embargo, fracasó. Sin embargo, Abe disparó nuevamente 3 flechas. Se dice que intentó sacar los síntomas que aquejan a Japón (presiones deflacionarias) y no la enfermedad subyacente (una completa falta de confianza en el futuro). Es por eso que el QE enriqueció a los fondos de cobertura y no a los hogares.
Marx Fortuño del Blog Salmon aduce que hablar de Japón y sus características económicas más notables es hablar de un gobierno fuertemente endeudado cuya deuda pública es la mayor del mundo que supera en más del doble el tamaño de su economía (250% del PBI).
Japón, tiene tipos de interés bajos, fruto de la masiva flexibilización monetaria.
Y, Shinzo Abe, ha ordenado a su gabinete la composición de un importante paquete económico para hacer frente a los desastres naturales como los riesgos externos y apoyar el crecimiento económico tras los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Tokio en 2020.
Al más puro keynesianismo, se propone más de USD 90,000 millones para impulsar el gasto público.
Y con intereses negativos el PBI no ha reaccionado, ni siquiera en productividad.
Hoy, a pesar del objetivo sobre el bono a diez años al 0%, los costes del servicio de la deuda de Japón consumen el 21% del presupuesto.
Todo esto y los esfuerzos del Banco Central japonés son vistos por la comunidad financiera internacional con aprehensión y pesimismo.