20/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Mi amigo Óscar Ugarteche y Larry Vargas han publicado en el blog Nueva Tribuna, que la flexibilización por la que se optó en la FED, en el 2009, llevó a que la actividad de préstamos bancarios perdiera su rentabilidad. Se optó entonces por la especulación en el mercado de valores, cambiario, de commodities, de tasas de interés, así como otras actividades.
En el año 2008, los bancos más grandes eran el Royal Bank of Scotland Group del Reino Unido; Deutsche Bank; Paribas; Barclays y HSBC.
Como se sabe, el Deutche ha sido motivo de diversas acusaciones, incluyendo las de orden delincuencial y su pronóstico es reservado.
El porvenir del banco muy grande (Too big to fail) para que no quiebre está en veremos, pero claro está que su gobierno no lo ayudará.
Es, asimismo, dable el señalar que la banca del 2018 era básicamente europea y norteamericana en sus primeros lugares por tamaño.
En el 2019, esta lista la encabezan cuatro bancos chinos, seguido de cuatro de EE.UU. como se muestra en la tabla 2 que adjuntamos.
El liderazgo en innovación tecnológica en China, ha tenido como resultado que dicho país influya en los estándares globales. El cambio en la supremacía financiera es un reflejo del nuevo orden mundial.
Los bancos de China se están expandiendo internacionalmente tanto a través de la apertura de ventanillas en su moneda con bancos corresponsales; la apertura de sucursales y con la compra de bancos quebrados en los países que les interesan.
Señalan los autores, que en los EE.UU. su sistema bancario fue rescatado por el banquero vuelto secretario del Tesoro Paulson, con una inyección de USD 700,000 millones a nueve bancos, los que siguen registrando un sólido crecimiento de los préstamos y utilidades, a diferencia de la banca europea.
Pero se arguye, que aunque estos bancos estén respaldados por legislación favorable y tengan rentabilidad mayor a la europea, ambos son remontados por los bancos chinos más dinámicos y que no cargan con el pasado de la crisis del 2008 y el peso de las carteras pesadas ocultas en algunos casos por mucho tiempo.
Los autores señalan entonces: “Como en las novelas de misterio, la verdad siempre emerge, como ha puesto en evidencia el Deutsche alemán, que de segundo banco del mundo ahora está cuasi quebrado. La buena noticia es que no se produjo un caos mundial por la acción sensata del gobierno de Merkel de ordenar su desmembramiento”.
