29/05/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Los medios de comunicación, por el sismo en Loreto de 8 grados a 135 Kms de profundidad y el temblor del lunes en la noche en el Callao de grado 4.8 y 32 Kms de profundidad, han utilizado horas de sus espacios para estos eventos.
La reciente historia señala que el horrible terremoto con tsunami en Japón acaecido en el año 2011, tuvo magnitud de 9.0 MW, duró 6 minutos y dejó como 20,000 fallecidos. En el 2004, el de Indonesia y Sri Lanka ocasionó 250 mil fallecidos y 1 millón de afectados, y el de Haití en el 2010, de 7 grados MW pero apenas 15 Kms de profundidad, dejó más de 300 mil fallecidos y un millón y medio de damnificados.
Hay una profecía que la capital peruana, algún día el mar llevará barcos desde el puerto del Callao a la Plaza Mayor Limeña a consecuencia de un terremoto seguido por un tsunami.
El diario el Comercio, el 21 de agosto del año 2017, señaló que un terremoto de 8.5 grados causaría olas de 10 metros en La Punta, Callao.
Según los registros históricos, el Callao ha soportado seis maremotos en los últimos 500 años. El más devastador ocurrió el 28 de octubre de 1746, tras un terremoto de aproximadamente 8,6 grados, a las 10:50 p.m. Las crónicas del entonces virrey del Perú, José Antonio Manso de Velasco, relatan que solo 200 de los 5,000 habitantes del Callao sobrevivieron. Las olas alcanzaron 10 metros de altura.
El Comercio publicó en su edición, a su requerimiento, una recreación en 3D de la empresa Arvo Corporación que mostraba el impacto de un maremoto similar al de 1746 en La Punta. Según el levantamiento topográfico hecho con drones de gran potencia, decenas de casas quedarían bajo el agua. Las simulaciones del Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Desastres (Cismid), entidad de la Universidad Nacional de Ingeniería, indicaron que ese terremoto provocaría una inundación de 12 a 15 metros de profundidad. En el 2010 se identificaron 19 edificios con más de 12 metros de alto.
Las partes altas de ellos, incluyendo a la Escuela Naval, pueden refugiar a 5 mil personas, según estimaciones. No alcanzaría sino para la mitad de la población punteña. La evacuación se complicaría más si el maremoto ocurre en la temporada de verano, donde se recibe a 30 mil visitantes diarios.
Se planteó restringir el ingreso a sus malecones: Figueredo y Pardo. El estudio del aforo arrojó que ambos espacios públicos deberían recibir máximo a 10,846 personas. No más.
La propuesta, que data del 2015, se elevó al Centro Nacional de Estimación Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred) y a la oficina de Desarrollo Urbano de la Municipalidad del Callao. Hay una segunda iniciativa pendiente: un refugio para 10 mil personas.
A la fecha no se ha hecho absolutamente nada. Excepto aconsejar la mochila salvadora, que es un paliativo simplón.