10/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
En un pueblo alejado de la civilización, apareció un forastero que se había desviado hacia el único hotel que existía ahí porque el clima estaba atroz.
Le dice entonces al hotelero que quisiera un cuarto, el mejor que tenga, a lo cual el hotelero le responde claro que sí, pero cuesta USD 100.
El forastero a regañadientes, le dice muy bien y qué pasa si no me gusta la habitación, a lo cual el hotelero le responde, no hay problema le devuelvo su dinero.
Es así que el forastero le da los USD 100 al hotelero, quien le da las llaves.
El hotelero decide entonces pagarle a Juan el panadero, a quien le debe USD100 hace mucho tiempo y lo va a ver a Juan y le dice: “acá está lo que te debía”. Saliendo de su asombro, el panadero sale raudo y se dice qué bien, podré pagarle a Lucho el frutero a quien le debo estos USD 100. Feliz entonces por la liquidación del adeudo de los 100 dólares, Lucho va a pagarle esa cantidad a su amorcito María, una chica a quien le debe ese dinero por su oficio de más que dama de compañía y clienta del único hotel del pueblo.
María recibe su acreencia muy alegremente y se los guarda, pero ahí recuerda que le debe USD100 al hotelero que le proporciona los cuartos, y se dice así misma, pues tendré que pagarle al hotelero. Y, se va corriendo y le dice, señor hotelero acá tengo los USD 100 que le debía, ya no le debo nada. Así es María, le responde el hotelero tienes nuevamente tu crédito abierto.
A los cinco minutos nomás, baja el forastero y le dice al hotelero: “Señor hotelero, me gusta el cuarto, pero el clima amainó y quisiera que me devuelva mi dinero, pues me voy a retirar y el hotelero le dice “no hay problema acá tiene sus USD100” y, con ellos el forastero se marcha.
¿Qué ha sucedido?
La creación del dinero es una ilusión de tal forma que la gente comprenda con la historia de una manera fácil que con el señoreaje del que gozan los Bancos Centrales para crearlo casi sin costo, una vez que se inicia el circuito un billete inicia su circulación y todos felices y contentos. Y eso es la magia del dinero, aunque hoy los billetes son reemplazados por la electrónica y otros inventos.