OPINIÓN | Dennis Falvy: "Las habitaciones están vacías"
Cuando vía el numerito del PBI, se habla de reactivación, parece ser que ello conduce a muchos a dejar de lado la importancia de qué diablos se compone ese indicador macroeconómico, que conlleva cosas que no son caja y ese etcétera que no quiero discutir en esta nota.
El PBI además contiene producción de extranjeros, que se llevan sus utilidades y royalties; vía la Balanza de Pagos y usufrutuan además de los créditos de los bancos locales.
Comúnmente, para ver diferencias, se toma un mes del momento con el mes del año anterior y se fija un año base. Pero eso también es demasiado para esta columna.
El caso es que hay gente feliz, pues el PBI de los EE.UU. supera expectativas y va in crescendo, pues en su mayoría este indicador se liga al consumo y vaya que les han dado dinero a los bancos y a las personas, vía el estímulo fiscal del Tesoro, con “Plata como cancha”.
Pero para muestra un botón. Tomemos las tasas de ocupación hotelera. El gráfico adjunto, muestra las enormes diferencias de las tasas de ocupación para 10 locales A1 en la semana del 27 de septiembre al 3 de octubre frente a la mismas del 2019.
Ninguna se acerca a donde estaban hace un año. Los cuartos están vacíos.
Esto deja a muchos trabajadores desempleados o subempleados.
Será difícil que la recesión termine hasta que este ciclo se rompa.
La parafernalia que hace el gobierno con Machu Picchu y dice que está OK, o si quieres aquello de que le van a dar créditos preferenciales a este importante sector o apertura de vuelos aéreos, cuando los receptores tienen sus aeropuertos cerrados, es desconocer lo letal que es el virus para el turismo.
Así como los parques temáticos y las películas en Hollywood, hay que minimizar los costos del negocio y ponerse a vender parte del mismo. La plata sí es abundante. Pero no viene sola.