OPINIÓN | Dennis Falvy: "La rebelión de los futuros viejos"
Jhon D Stoll ha escrito en el Wall Street Journal: The end of retirement (https://www.wsj.com/articles/the-end-of-retirement-11578632400).
Dice que un trabajo, históricamente visto como una forma simplemente de ganar dinero, es cada vez más la fuente de los tipos de amistad y estimulación que son difíciles de encontrar en las salas de bingo, en las playas o montando un carrito de golf.
Cuando mis amigos y yo hablamos de nuestro futuro, ninguno de nosotros dice:
'Cuando tenga 65 años me voy a retirar y vivir en una granja y no hacer nada, señala ice Kevin Frazier, un ex asistente legal de Google que ahora está cursando títulos de derecho conjunto y política pública en Harvard y la Universidad de California, Berkeley.
Y eso va in crescendo; un sentir de la fuerza laboral de los jóvenes en los EE.UU., Generación Z , quienes piensan vivir más y sanos que sus padres.
Ya una economista de Wharton Scholl of Business, señala que la gente cree que su carrera le durará activamente un medio siglo. Y es que ya se habla que la esperanza de vida puede proyectarse a 125 años, aunque aún es 78 años de acuerdo al Banco Mundial.
Asimismo, se habla insistentemente de sabáticos o de volver a la universidad a reciclarse a edades maduras.
El WSJ refiere que una encuesta 2018 del Centro Transamérica para Estudios de Jubilación, encontró que la mitad de 6,372 trabajadores encuestados no esperan retirarse a los 65 años, y el 13% planea jamás retirarse.
El número de personas que planean retirarse después de 65, ha aumentado tres veces desde 1995, según Gallup.
En su libro, 'Trabajar más tiempo', la Dra. Munnell dice que las demandas físicas del trabajo han disminuido y se ha vuelto "mucho más personal y socialmente gratificante".
Con las tasas de natalidad de los Estados Unidos cayendo, el trabajo está abordando un vacío una vez llenado por niños, iglesias u organizaciones comunitarias.
Incluso hay quienes señalan que trabajar más reduce las enfermedades clásicas de adultos como demencia, depresión y obesidad.
Es por ello que la “Gib Economy”, que se refiere a un modelo de pequeños encargos el que ha tomado fuerza por el espectacular desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación de las plataformas digitales ayuda a esto.
Con un crecimiento exponencial debido a las startups, esto es aceptar encargos con duración concreta, sin exclusividad con el contratante, como es el caso de Uber.