OPINIÓN | Dennis Falvy: "La guerra contra el efectivo"
Australia quiere poner una multa de USD 25,000 y dos años de cárcel para aquellos que hacen transacciones en efectivo de USD 10,000 o más, porque con esta ley se alucina erradicará la evasión fiscal, el lavado de dinero y otros delitos que promueve el cash rabioso.
Thomas insiste en que eso le pasa mayormente a los países que creyeron en el ajuste del año 1971 y se empezaron a endeudar y por ello quieren controles.
Y es probable que tengan el VB de la población, cuando el verdadero propósito es que los bancos determinen cuánto se le permite gastar y todo se haga bancarizando.
Esto, piensa Thomas, puede provocar una huida de capital y si las cosas no son tan malas, siempre se puede repatriar.
Thomas señala que todo esto supone que pueden estar al tanto de todas las transacciones; que las mismas pueden ser cuestionables, limitando tu libertad monetaria y, debido a que tienen un registro de todas ellas, el gobierno puede cambiar el método de imposición incluso del pago anual de impuestos voluntarios a mensuales y hasta monitorear las tasas.
Thomas espera que esto comience en los EE.UU., la UE, Canadá, etc., y luego se extienda hacia afuera.
Hay jurisdicciones como Suiza, y algunos paraísos fiscales, que están más orientadas a prestar servicios favorables a sus clientes que las grandes potencias.
Ellos aguantarán al principio, pero una vez que la mayoría del mundo esté compenetrado, también saltarán a bordo.
Algunas personas tratarán de escapar a través del uso de criptos.
Pero si las criptodivisas se convierten en el único resquicio, podemos estar seguros de que serán tomadas o prohibidas.
Todo este sistema monetario en franca decadencia y que los gobiernos lucharán por controlarlo, debería hacer que metales como el oro sean un refugio. Y, además, eso ya lo estamos viendo con países como China y Rusia, que saben que la supremacía del dólar no es fácil de combatir por la serie de acuerdos, el sistema Swift, los petrodólares y la confianza que aún se tiene en esa moneda.
Pero ya hay indicios como la cripto e-Krona de Suecia y la criptolibra, de Facebook que promueve Zuckerberg.
Apuesta sin duda riesgosa, pero los tambores parece que suenan.