28/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El volumen de Big Data y el aumento de la capacidad de procesamiento de la información, ha incrementado exponencialmente el uso de la Inteligencia Artificial (IA) y ha irrumpido en el sistema financiero.
La IA es un conjunto de teorías y algoritmos que permiten que las computadoras sustituyan las capacidades de inteligencia humana para el reconocimiento o la interpretación. Puede incluso ir más allá de la inteligencia humana.
Los analistas señalan que la parte más importante se encuentra en el llamado machine learning; es decir el aprendizaje automático a partir de que un computador puede extraer las conclusiones a partir de un análisis estadístico de una serie de datos punto y con esas conclusiones se va mejorando el proceso automático, incrementando la eficiencia del algoritmo.
Se advierte que la inversión privada en inteligencia artificial supera ya los USD 6,500 millones en Asia, USD 12,000 millones en Estados Unidos y Canadá, mientras en Europa solo es de USD 3,500 millones.
Diferentes entidades bancarias están utilizando chabots para interactuar con los clientes y resolver las solicitudes antes de que se requiera una intervención humana.
Un bot es un software de inteligencia artificial diseñado para realizar una serie de tareas por su cuenta y sin la ayuda del ser humano. El modelo más frecuente es el del chatbot, un robot capaz de simular una conversación con una persona y por ello cada vez están más presentes en las aplicaciones diversas y cotidianas.
Los datos de la Federación Bancaria Europea muestran que los bancos europeos cerraron más de 9,000 sucursales en 2016 y es probable que este número vaya in crescendo. La interfaz humana ya está experimentando una reducción con una serie de bancos que tienen chatbots para consultas de servicio al cliente.
Los roboadvisors son responsables, entre otros, de la gestión de patrimonios de los clientes, la planificación financiera y la creación de carteras de activos.
En rigor, la crisis financiera mundial del 2008 acabó con la confianza que la gente tenía en las grandes instituciones financieras, que se dedicaron a tapar sus huecos financieros. Las nuevas alternativas bancarias se aprovecharon de esta desconfianza para ofrecer una experiencia bancaria renovada a la gente común y el uso más frecuente de los aspectos digitales.
La nueva empresa alemana de FinTech, por ejemplo, Revolut, tiene dos millones de clientes. Estas intuiciones han dependido en gran medida de su innovación e ingenio para encadenar a los clientes.
La IA y la tecnología que conlleva lucen imparables. A prepararse.