24/10/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La suba del billete del metro, que en hora punta vale 1.2 dólares y que tiene subsidio estatal y un aumento del 10% en las cuentas de la luz y pagos desorbitados por los medicamentos, pensiones universitarias y carestía de vida para la clase media, forzaron un estallido social en Chile que nadie soñaba, pues Piñera hace poco sostenía que su país era un oasis en la convulsionada Latinoamérica.
Dijo Piñera que estaba en guerra contra un enemigo poderoso que usa violencia y destruye propiedad.Las FF.AA. entraron a poner orden, se instauró el toque de queda, aunque el general a cargo puso paños fríos a lo señalado por el presidente.
Circularon fake news en las redes, que esto era un complot del foro de Sao Paulo a nivel regional. En rigor, se le echa la culpa al sistema de las AFP, al universitario caro y de mala calidad y a que los trabajadores deben cotizar en Chile el 7% de sus remuneraciones en planes de salud y que la plata no les alcanza.
Ya hay quienes señalaban que esto era un poco como lo de los chalecos amarillos en Francia contra Macron. Y claro, el iceberg ya muestra su punta con la desigualdad social, la concentración extrema de la riqueza, la impunidad ante la corrupción, la desconexión de la élite política y la precariedad de la sanidad, jubilaciones y sistema educativo.
Una de las protestas que no se ha podido arreglar es el de las AFP que necesita mayores subsidios del Estado y una suba del aporte para el trabajador del 40% a cargo de los empresarios.
El fondo conlleva USD 210,000 millones, lo que es fundamental para la economía chilena. El modelo establecido en 1980, durante la dictadura de Pinochet, obliga a los trabajadores a depositar cada mes un 12% en cuentas individuales.
Las AFP obtienen pingües beneficios, pero entregan pensiones exiguas, cosa que se agrava con las tasas de interés negativas a nivel mundial.En promedio la pensión de vejez es de 220 dólares, contra un salario mínimo de 422 dólares mensuales.
Piñera, señaló que hará ajustes como elevar en 20% las pensiones básicas y otras promesas que financiará con elevación de impuestos y recortes de sueldos públicos altos. Pero lo de las AFP seguirá siendo un dolor de cabeza. La tasa de interés negativa juega en contra.