26/08/2022 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Michael Spence, premio Nobel de Economía, comenta sobre el proyecto de ley de infraestructura de US$ 1.2 billones, que promete mejorar las carreteras, puentes y banda ancha estadounidenses; la promulgada Ley CHIPS y Ciencia, que asignará más de US$ 52.000 millones para impulsar la industria estadounidense de semiconductores.
Y, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que ahora se dirige a la Cámara de Representantes, después de la aprobación del Senado. Estas leyes, señala Spence, equivalen a un impresionante aumento en la inversión a largo plazo en el potencial de crecimiento de Estados Unidos, y en el equilibrio de las diversas dimensiones de su patrón de crecimiento, principalmente para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y la sostenibilidad.
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La IRA autorizaría la mayor inversión en acción climática, dando a Estados Unidos una oportunidad para acercarse a su objetivo de reducir a la mitad las emisiones para 2030. Dicha inversión es esencial, no solo para reducirlas, sino para motivar a otros a hacer su parte. La IRA también contiene otras disposiciones fuera del clima, como permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos, extender los subsidios del Cuidado de Salud a Bajo Precio e introducir alguna versión de un impuesto corporativo mínimo del 15%.
La Ley CHIPS revitaliza la inversión estadounidense en ciencia y tecnología, incluido el capital humano que impulsa la expansión de la base tecnológica de la economía y reduce la dependencia de Estados Unidos de actores extranjeros poco confiables. Esta legislación implica
un reconocimiento de que revertir las tendencias dañinas requiere inversión pública, especialmente en educación, y una agenda del lado de la oferta que cree oportunidades. La redistribución no debe descartarse.
Después de todo, la Guerra Fría con China trajo un aumento en la inversión pública en ciencia básica e innovación tecnológica. No se sabe si la determinación de los políticos estadounidenses durará, pero a pesar de la profunda polarización partidista, el liderazgo pragmático y orientado a los resultados puede lograr un progreso real. Son buenas noticias.
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