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OPINIÓN | Dennis Falvy: ¿En qué consiste esta enfermedad?

En resumen así como no es oro todo lo que brilla, un exceso del flujo enorme de divisas no necesariamente es para regocijarse.
divisas
22-07-2019

A que la moneda del país se aprecia, es decir el florín bajó en su tasa de cambio debido a un significativo incremento de las exportaciones de materia primas. Sucedió este fenómeno en la década de los 60, al descubrirse en el mar del norte gas natural, lo que impulsó el comercio exterior y una entrada inusitada de divisas a este país bajo.

Esto sin duda sacó de carrera prácticamente a todo el sector exportador de bienes y servicios del país, liquidando sus actividades y a la fuerza laboral que ocupaban.

En economía muchos creen que solo se pondera la escasez o déficit, pero es importante la administración del superávit o de la abundancia.

Y esto fue contraproducente, pues afectó la productividad de la economía local.

El boom del gas se fue contra la manufactura.

En el mercado de divisas, el aumento de los dólares hizo que los mismos pierdan su escasez y por ende baje su precio, en este caso contra el florín holandés revaluado.

Pero no hubo solo un efecto exportador. El hallazgo de esa reserva natural atrajo inversionistas del exterior que buscaban explotar parte del yacimiento.

Lo que sucedió entonces fue que la reducción en la tasa de cambio, aumentó el valor del florín y eso hizo menos competitiva a la industria no ligada a las reservas naturales y, asimismo, mayor competencia con aumento de importaciones para el país y más baratas.

Peor que ello fue la concentración de los recursos en la actividad del gas y no en el de manufacturas, que fue reduciendo su importancia. Esto llevó al país a ser mono exportador haciéndolo vulnerable a las fluctuaciones de precio en el mercado internacional.

La caída del boom mostró los efectos perniciosos de esta 'Enfermedad Holandesa'; bautizada así por The Economist.

Por extensión esto puede aplicarse asimismo a cualquier proceso económico que acarree pérdida de competitividad internacional. Y eso conlleva no solo el aumento drástico del sector exportador, sino también cualquier fuerte entrada de divisas por capitales golondrinos; inversión extranjera directa o migrantes que en México preocupan por su volumen cada vez mayor en el envío de remesas.

En resumen así como no es oro todo lo que brilla, un exceso del flujo enorme de divisas no necesariamente es para regocijarse. La economía sana es la que guarda un equilibrio y capacidad de análisis; planes de contingencia y derrotero claro.