23/11/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Aproximadamente, hay unos 7 millones de trabajadores que se han afiliado a las AFP, desde que empezaron en el año 1993. Sin embargo, y recurrentemente, a lo más el 50% de ellos aportan a su fondo regularmente. Esto quiere decir que de los aproximadamente USD 50,000 millones que hay en dicho fondo, que obviamente contiene los aportes del 10% de los trabajadores y una rentabilidad que las AFP señalan han sido de aproximadamente un 10% nominal anual por 25 años, excluyendo los retiros de los que se jubilan y, asimismo, el REJA, hay allí una porción de esos 3 millones y medio que ya no aportan por diversos motivos, son exaportantes y han querido que les devuelvan su dinero y a los de las AFP no les ha dado la regalada gana.
El fondo acumulado se valoriza en función de los instrumentos de renta fija y variable, de tal manera que los mismos no son “cash rabioso” y es más, cuando el mercado sube o baja en función de las cotizaciones, más que nada en la renta variable, no se puede hablar de ganancia o pérdida, pues ella solo es así cuando se liquida la operación.
Es menester advertir que en este cálculo de supuesta rentabilidad, no consignan los descuentos de aproximadamente un 3% “adelantado” del salario que cuestan las comisiones de las AFP que varían entre las 4 AFP existentes y, así como el seguro compulsivo licitado que es de tarifa flat. Estos 2 cobros son 30% del 10% del aporte obligatorio a rentabilizar para la pensión de reemplazo.
Sin duda, hay exaportantes que quieren su dinero, pues no volverán a una AFP y ya les cobraron por adelantado en sus aportes ese 30%.
No tiene sentido alguno que si un trabajador no va a volver por diversos motivos, estas guarden dinero que no va a servirles para su jubilación. Tal vez la única excepción sería los que tienen derecho a bono de reconocimiento, para lo cual se le tendría que analizar una legislación ad hoc, dado que esto se entrega de parte del Estado por diversos montos y modalidades.
Pero ese dinero hay que devolverlo con utilidades nominales.
Y aquella campaña de que los del Reja ya se lo gastaron todo y que tendremos que cargar con los ancianos con impuestos, es un cuentazo inadmisible. Es un “Marketing perverso”.