OPINIÓN | Dennis Falvy: La Curva Yield invertida
Muchos consideran a la Curva Yield como una señal poderosa para predecir una recesión. Esta curva de rendimientos, es básicamente la diferencia entre las tasas de interés a corto y largo plazo.
En el mercado financiero se refiere específicamente a las tasas de interés de los bonos del Estado, es decir, la deuda que emite un país.
Y suele compararse un bono con vencimiento a unos dos años (corto plazo), con uno a 10, 20 o 30 años (largo plazo).
Si la curva aumenta, no pasa nada, significa que el panorama se ve saludable y la economía está en auge.
Pero cuando se empieza a aplanar, se enciende una luz de alerta.
Pero hay diversas opiniones. Hay quienes señalan que la curva se aplana, pero que no se va a invertir, es decir cambiar de posición. Y ello fue porque, por ejemplo, el año pasado, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) decidió subir las tasas de interés de los bonos de corto plazo.
Es menester advertir que las series estadísticas muestran que cuando se invirtió la curva de rendimientos, hubo recesión en la mayoría de los casos.
Este fenómeno en la curva ha sido manifiesto en las últimas siete recesiones de Estados Unidos, desde diciembre del año 1969. El problema es que el tiempo que transcurre entre la inversión de la curva de rendimiento y la llegada de la recesión económica es de 1 a 2 años.
Ello ha ganado confianza como advertencia, pues en el caso de la curva de tipos de bonos de 10 y 2 años, avisó con suficiente margen de tiempo. El tiempo medio que pasó entre el primer momento de la inversión de la curva y el comienzo de la recesión fue de 21 meses. En lo referente a la curva de tipos de los bonos a 10 años y 3 meses, el tiempo medio es de 19 meses desde la primera señal hasta la llegada de la recesión.
La curva de rendimiento invertida no ha impedido que el índice S&P 500 suba, es más, los precios de las acciones siguieron subiendo después de ello. Históricamente hablando, este índice continuó subiendo durante 11 meses, antes de que formara un techo de mercado.
Con la instauración de la flexibilización monetaria del 2009, el mercado de bonos se ha alterado.
En Wall Street, el hecho de que las tasas de interés a largo plazo suban poco "sugiere que los operadores están preocupados por el crecimiento a largo plazo".