OPINIÓN | Dennis Falvy: cuidado con el cisne negro
Jeff Thomas, analista y economista americano, dice que solo falta el cisne negro para que se note la cruda realidad de la economía mundial.
La teoría de este Cisne (Black Swan), la desarrolló Nassim Nicholas Taleb en el año 2007 para explicar el problema que implicaba: el desproporcionado papel de alto impacto, difícil de predecir, y los sucesos extraños que están fuera del ámbito de las expectativas normales de la historia, la ciencia, las finanzas y la tecnología.
Infiere Thomas que no hay manera de evitar el colapso final de un boom de expansión del crédito. La alternativa es un problema de timing provocado o un inesperado suceso aleatorio.
Recurre a mostrar que la velocidad del dinero ha disminuido por debajo de lo que era necesario mantener para una economía productiva en el 2009 y que nunca se recuperó. Sin embargo, señala que el mercado alcista (BULL) se debe a la flexibilización monetaria (QE) que decidió la Fed por la crisis subprime.
Thomas señala que Alan Greenspan convenció al gobierno de Clinton de derogar la ley Glass Steagall, una ley dada en 1933 para evitar una nueva crisis como la de 1929 separando la banca de depósitos de la de inversión. Esta ley fue derogada en noviembre de 1999 sosteniendo Greenspan que derogada la ley, la inversión vendría a raudales.
Aunque muchos pensaban que estaba en lo correcto. Sin embargo, se creó una burbuja gigantesca de deuda y la euforia dio inicio a la crisis inmobiliaria del 2007.
Los banqueros se beneficiaron enormemente con la creación de la deuda, y en lugar de pagar estos por sus fechorías, tuvieron un beneficio mayor con la flexibilización cuantitativa QE, con el pretexto que los mismos se utilizarían para pagar préstamos incobrables, volver a desenergizar la economía.
El resultado es que ese dinero no fue a la economía real. Los QE que fueron tres no fueron a la inversión real, simplemente los bancos lo direccionaron al mercado de valores.
Thomas señala que aunque se señala que la inflación es menor al 2%, en realidad es más del 5%.
Asimismo, el desempleo se afirma que es del 3.8%, sin embargo, la tasa de desempleo real es más del 21%, según lo calculado por John Williams Shadowstats.
Esto se morigera con noticias halagadoras pese a que la deuda global alcanza USD 100 trillones, arriba de USD 13 trillones en 1990, lo que representa el 57% de los activos financieros globales.
Thomas sentencia que todo lo que está sosteniendo este castillo de naipes es la fe equivocada del ciudadano medio, que los números que se publicitan y promueven, son los correctos.
La probable venida de un inesperado cisne negro eliminaría este seudobienestar.