OPINIÓN | Dennis Falvy: Las criptomonedas irrumpen
Las criptomonedas son divisas digitales que no tienen patria ni resguardo institucional. Están basadas en un sistema llamado Blockchain (cadena de bloques), que hace posible esta descentralización. El valor de la misma está establecido en la confianza de los usuarios. Entre ellas, el Bitcoin es la más famosa de todas: navega entre alzas y bajas en los mercados financieros. Fue creada por Satoshi Nakamoto en el 2008 como una respuesta ante los desastres financieros causados por la banca, pero que hoy de alguna manera es objeto de alta especulación: después de la explosión de la burbuja del Bitcoin en diciembre de 2017, más que un instrumento de confianza o resguardo, es posiblemente un activo de alto riesgo.
Por otro lado, Alipay es un sistema de pagos digital, una aplicación que permite pagos diversos. Jack Ma, su fundador, es dueño también de Alibaba y Aliexpress. Es el chino más rico del mundo.
Alipay es excelente por tres motivos. Facilita los mecanismos de pago; no es necesario tener tarjetas o efectivo. Es más seguro porque utiliza técnicas de inteligencia artificial para verificar las transacciones (como contraseñas biométricas). Y, permite que cualquiera pueda recibir pagos sin un dispositivo o un hardware de comercio electrónico: no son necesarios los POS o las cajas registradoras, ya que basta con un smartphone. Alipay cuenta hoy con mil millones de usuarios.
Finalmente, está lo nuevo de Mark Zuckerberg: Libra. Según el informe principal (Libra White Paper), será la cripto-moneda a usarse por todos: permitirá enviar dinero por WhatsApp o Facebook. Como el Bitcoin, usará el Blockchain; sin embargo, su valor se compondrá de varios activos de alta calidad.
Mark y compañía (la Asociación Libra) comprarán alrededor del mundo un conjunto de monedas estables que respalden el valor de Libra. El propósito es que su precio al cambio varíe lo menos posible. La confianza de los usuarios ya no será entonces tan relevante. Por ello, resulta interesante el futuro de Libra ya que podría llegar a ser desde un índice de referencia, hasta una bomba de tiempo.
Ya viene ocurriendo, pero un mundo con monedas sin “lugar de origen” es algo posiblemente aterrador, así como pagar desde un caramelo hasta un automóvil con el teléfono es ya una realidad. Pensar también que podremos transferirnos dinero a través de una sola moneda desde nuestras conversaciones de WhatsApp es algo que, sin duda, dejará una huella en la sociedad.
¿Estás preparado para este nuevo mundo?