07/11/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Michael Boskin no acepta que el presidente Biden señale que su proyecto de “Infraestructura Humana” por USD 3.5 billones (que son USD 5) no cueste nada.
A ello se ha pegado la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien afirma que el plan será “totalmente pagado” con aumentos de impuestos, con lo cual sólo los déficits presupuestarios imponen costos.
Pero está claro que el proyecto dejaría un agujero de al menos USD 1.5 billones para ser llenado con deuda, incluso después de los aumentos de impuestos.
Hay al menos tres errores:
La riqueza proviene de la capacidad del país para producir bienes y servicios que la gente necesita y quiere. El costo del gasto público es el valor de las oportunidades perdidas de transferir recursos del sector privado al gobierno.
En segundo término, los impuestos están lejos de ser gratuitos, porque también desvían recursos del sector privado. Los sobre las ventas afectan al consumo, los sobre la renta de empresas afectan inversión.
El costo es el valor del consumo y/o la inversión privada desplazada.
Y, el tercer defecto es la noción de que el costo se puede medir solo por las cantidades en dólares involucradas.
No solo hay costos administrativos y de cumplimiento, sino que también existe el daño económico que causan los impuestos al distorsionar los incentivos.
Gastar USD 5 billones de Biden, le costará a la economía alrededor de USD 6.5 billones, porque se estima que el costo marginal de los dólares federales caerá en el rango de USD 1.30. Eso dañaría el crecimiento económico y crearía mayores obstáculos para que más personas avancen financieramente.
Las promesas de preescolar universal, colegio comunitario gratuito y otros derechos son profundamente engañosas.
El analista sentencia que todos estarían mejor si se siguiera el ejemplo de Fiorello La Guardia, el alcalde de la ciudad de Nueva York de 1934 a 1945, quien, al admitir un error, se jactó: “Cuando cometo un error, es una belleza”.
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