13/11/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La Política Fiscal se basa en el Presupuesto Público y la Política Tributaria. Dependiendo de cómo se maneje estas variables se puede asegurar la estabilidad económica, amortiguando las variaciones de los ciclos económicos, y contribuyendo a mantener una economía creciente, de pleno empleo y con baja inflación. El nacimiento de la teoría macroeconómica keynesiana, influyó en las variaciones a corto plazo de la producción, el empleo y los precios.
El Presupuesto Público refleja el límite de gasto durante un periodo anual.
La política tributaria establece los criterios y lineamientos para definir la carga impositiva, a fin de financiar las actividades del Gobierno. Con los impuestos se trata de conseguir las metas económicas.
En todo caso hay una trilogía importante en materia de Finanzas Públicas. Ella es la Eficiencia, la Equidad y la Administración. La primera supone promocionar las metas económicas y sociales. La Equidad usa los términos de progresividad y regresividad para indicar la necesidad de diferenciar escalas de carga impositiva Y, finalmente la Administración, trata de que la recaudación no tenga costos que desnaturalice el tema central.
Pero hay más cosas
En el año 2006, el Presupuesto Público alcanzó a S/51,000 millones. Esta cantidad para el 2022 se ha incrementado a S/197,000 millones, que es 7.6% más que el presupuesto de este año y muchos cuestionan que los ingresos tributarios proyectados están mal calculados. Se quiere subir tasas a la misma base, lo cual va en contraposición si es que se quiere reactivar la economía.
Este gobierno adolece de política fiscal alguna; pues deja incólume un aparato elefantiásico que engulle 2/3 partes de los gastos corrientes y compra de bienes y servicios; registra asimismo S/22,188 millones para pagar intereses de deuda in crescendo del gobierno central, básicamente en bonos, con lo que la inversión en capital, además de tener defectos en la gestión es escasa. Amén que se ha aprobado nueva deuda por S/38,055 millones y al sector educación, salud, y reservas de contingencia, se le ha asignado mas de S/100,000 millones.
La confusión
Pero la cantaleta de los opinólogos, que “la Presión Tributaria es baja”, sin tener en cuenta el alto nivel de informalidad, la ineficiencia del sistema judicial que permite años de litigios, la evasión, la elusión, los narcos, el contrabando y la minería informal.
La Presión Tributaria subestima la fiscal en varios puntos del PBI, que es de USD 245,000 millones. Y ello porque sólo toma lo que recauda la Sunat para el Gobierno central que son unos S/120,000 millones casi todo en renta y un IGV que es en esencia un IVA.
La presión tributaria ignora una serie de cobros, como los de las contribuciones sociales, los recursos del canon, sobre canon, regalías, los tributos municipales, las tasas y una serie de otros rubros, los que aparecen en las leyes presupuestales como “Recursos Directamente Recaudados y Recursos Determinados. El cuadro adjunto, aunque de años atrás muestra la diferencia entre la presión tributaria que se propagandiza y la presión fiscal que suma los otros rubros. Hay casi 5 puntos de diferencia.
Por ello
La contribución de la Sunat es a duras penas un 60% del presupuesto. Un 20% son los recursos directamente recaudados por S/ 12,137 millones que son básicamente las tasas y renta de propiedades y los recursos determinados que son S/ 27,781 millones y ellos son el canon, sobre canon, regalías, entre otros. Por ello se endeudará el país por S/38,054 millones. Ojo que por la pandemia ya hemos tomado 10 puntos más del PBI como deuda pública y se han engullido hasta el FEF que tuvo hasta USD 9,100 millones. No hay política fiscal. Lo que ha presentado el gobierno como Reforma Tributaria no responde a la realidad de crisis económica del país y su reactivación sin empleo .
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