OPINIÓN | Chinn De La Cruz: "Parásitos, metaguiones para reflejar los privilegios"
La premiada Parásitos en los Óscar 2020, del director Bong Joon-ho, es una película digna de admirar durante sus más de 120 minutos de duración. La producción relata la historia de la familia Kim, cuyo protagonista, Ki-woo, se convierte en profesor de inglés de una menor de familia adinerada.
Este trabajo nos plantea un dilema constante en la cinta: la diferencia de clases en Corea, así como los privilegios de quienes gozan de buenos trabajos e ingresos. Como si se tratara de un guionista de teatro, Ki-woo logra inventar historias y así colocar en puestos de trabajo -al interior de la casa de la familia Park- a sus padres y su hermana, todos desempleados.
Su precaria vida en los suburbios hace que requieran de trabajo, al menos para subsistir; pero sus malos hábitos les juegan una mala pasada, lo que crea escenas con altos niveles de drama y suspenso en la cinta, muy bien trabajados y con detalles que captan la atención del espectador.
Parásitos es una cinta que nos habla de las diferencias económicas, la lucha de clases, de cómo la tecnología se convierte en herramienta útil en casos de pobreza; pero también nos acerca a los sueños, a la confianza personal, y nos hace recordar que la vida no es un plan, sino una serie de acciones que debemos saber aprovechar cuando se dan las circunstancias, porque “sin un plan nada puede salir mal”.
Interesante la propuesta de Joon-ho, quien ha colocado en el personaje de la antigua ama de llaves de la familia Park una sátira sobre el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, y su discurso sobre la desnuclearización y la pacificación. De más está decir que Parásitos tiene bien ganado cada uno de sus premios, especialmente, el de guion original. Vayan a verla.