OPINIÓN | Chinn De La Cruz: Pachamama: Interpretar la cultura inca a través de imágenes
Pocas veces me animo a escribir sobre películas animadas. Me gustan las realistas y las de terror. Pero a veces hay títulos que llaman la atención e invitan a verse por sí solos. Así pasó con Pachamama (2018), la película de Juan Antín, que cuenta la historia de un valiente niño que recupera un huaco que había sido robado de su aldea.
Esta película mezcla la importancia de las tradiciones presentes en nuestras comunidades con un sinfín de valores que se van disparando en cada acción ejecutada por los personajes. No solo nos enseñan que la Pachamama es la madre tierra y que nos da de comer, sino que el ancestral pago a la tierra no es el pedido explícito para tener una buena cosecha, sino la ofrenda para agradecer por aquello que nos ha dado.
Las referencias semánticas y demás manifestaciones despiertan nuestra sensibilidad, y nos permiten relacionar aspectos de nuestra vida cotidiana con el mundo inca. Por ejemplo, la lluvia se perfila como una manifestación terrenal de los dioses, son las lágrimas que conmueven a la madre tierra, o las ofrendas interpretadas como el alimento que se coloca en el vientre de ella.
Hay otros aportes que enriquecen esta experiencia, como la visualización de la papa, la quinua, el maíz, las zampoñas y tambores, el quipu, la ciudadela inca del Cusco en forma de puma, los chaskis, los españoles con sus armaduras y armas de fuego, el Korikancha, los pututos y la figura del cóndor encarnada en el papel de un chamán.
Pachamama tiene una escena con una referencia interesante al clásico Hansel y Gretel, pero en versión inca. Además, presenta pop corn como resultado de un incendio de maizales, lo que me parece un poco lúdico, como para no dramatizar tanto la situación. Véanla.