31/07/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
dHace casi dos semanas, un amigo envió a un chat grupal una foto de él, pero con aspecto de anciano. Se había descargado la popular aplicación FaceApp que volvía 'viejo' a cualquier persona. Muchos empezaron a jugar con la misma sin advertir que estaban entregando decenas de datos personales.
El problema quizás no está en usar la aplicación, sino en saber cuál es el uso que le darán a nuestra información. El documental Nada es privado (The Great Hack) de Netflix nos acerca un poco más a esta tendencia digital-empresarial, y nos demuestra cómo -a través de Facebook- se utilizaron los datos de los usuarios para manipular la intención de voto de los estadounidenses en la campaña de 2016.
Datos que fueron entregados con consentimiento, pero a los cuales (muchos, cientos, miles) no prestan atención. En simultáneo, a través de la historia de David Carroll, profesor de Medios Digitales y Desarrollo de Aplicaciones en Parsons, se aborda la forma de operar que tuvo la empresa Cambridge Analytica en el caso de EE.UU. y el Brexit.
¿Qué tan ético es vender los datos personales que fueron entregados para determinados fines? ¿Cómo es que el sueño de estar conectados está polarizando a nuestras sociedades? En un mundo lleno de experiencias, las reacciones son moneda de cambio en cuanto a la construcción de perfiles digitales.
Nada es privado nos hace reflexionar sobre la denominada “cleptocracia digital”, las estrategias militares de comunicación que se emplean hoy en día a través de las redes sociales, y cómo nuestra información virtual se encuentra en peligro. No está de más que luego de ver este documental usted revise la Ley 29733 y evalúe cómo comparte sus datos personales, a quién se los entrega y cómo es que los salvaguarda.