14/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El lunes vi El convento, recién estrenada película de terror de la cual tenía grandes expectativas pero que, al final, ha terminado resultando un fiasco. Se trata sobre el refugio que pretende encontrar Mary, una mujer embarazada que busca ser apoyada por las monjas de un convento. Una situación rara y que solo existe en la ficción, y que es una constante -quizás- en las películas de terror: un prejuicio creado alrededor de las religiosas.
Al interior del claustro, que es una casona abandonada en medio del bosque, Agatha -el nuevo nombre que recibe Mary- empieza a percatarse de cosas raras al interior del mismo y, al intentar reportarlo la madre superiora le recalca que lo más importante es mantener el voto de silencio con Dios.
Bajo esta premisa, las monjas comienzan a hacerle la vida imposible a Agatha, quien ahora busca la manera de escapar. Ella es testigo de los actos sádicos a los cuales son sometidas sus compañeras o incluso ella misma, como por ejemplo cuando la obligan a meter su mano dentro de una tina con sal y agua mientras su brazo sangraba.
Las monjas recibían a las mujeres embarazadas con la finalidad de vender posteriormente a sus hijos. En el caso de Agatha, ellas lo ven como una 'bendición' para su claustro (en materia económica, claro). No obstante, ya al final, cuando logra salir y los espectadores esperamos que nazca el niño vivo, y ambos sean felices, ocurren muertes donde prevalece la sangre con poca acción y terror en sí.
Con El convento se confirma que no se puede vivir del cliché: es necesario que los guiones y la dirección se supere constantemente, y que se diferencie bien entre géneros: sangre y cosas asquerosas no es terror, mucho menos generan miedo.