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OPINIÓN | Carlos Jaico: Seguridad alimentaria: ¿qué comeremos mañana?

La agricultura es parte esencial en la visión de desarrollo del Perú.
siembra
08-08-2019

Según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), la agricultura peruana es la segunda actividad económica generadora de divisas para el Perú, después de la minería. Contribuye a este dinamismo el sector agroexportador, gran consumidor en tierras y agua. Sin embargo, los pequeños agricultores siguen en la incapacidad para vivir decentemente de su trabajo, el cual se explica por la persistencia de profundos problemas estructurales.

Un primer problema es la continua fragmentación de la superficie agrícola nacional. Según el Banco Mundial, el 59% de todas las unidades agropecuarias del Perú han sido adquiridas por herencia. Esto significa que los agricultores tradicionalmente dejan las tierras a sus descendientes, quienes muchas veces abandonan el campo en busca de mejores oportunidades de vida en la ciudad. Es común también la división de la propiedad entre herederos quienes a su vez procederán a su venta o urbanización, vía cambio de afectación.

Un segundo problema, como consecuencia de lo primero, es que este proceso implica la pérdida de superficie agrícola, con lo cual, a mediano y largo plazo, estaríamos comprometiendo nuestra seguridad alimentaria. Esto aumentaría la importación de alimentos, haciéndonos dependientes de países productores. De allí que se haga imperioso el ordenamiento territorial agrícola para salvaguardar nuestras mejores tierras cultivables.

Un tercer problema es la poca competitividad del sector agrícola por la ausencia de capacitación y formación específica. Según el INEI, solo un 7.3% de los productores agropecuarios han recibido capacitación, asistencia técnica y asesoría empresarial. Esta cifra confirma una realidad: el agricultor peruano diversifica poco sus siembras, sin dar valor agregado a sus cosechas. Esto obliga la venta a precios, muchas veces, a pérdida. Es allí donde se genera el primer círculo de la pobreza del agricultor peruano. Así, los Centros Regionales de Agricultura son de vital importancia para lograr, tanto la capacitación faltante como las vocaciones para lograr profesionales capaces de competir a nivel nacional e internacional.

Un cuarto problema es la falta de financiamiento para el pequeño y mediano agricultor. Sembrar en esas condiciones es un salto al vacío sin que la presencia de Agrobanco haya salvado la situación. De donde, sin créditos o seguros estaría peligrando un sector que genera uno de cada cuatro empleos formales en el Perú.

Finalmente, según el Banco Mundial la contribución al PBI del sector agrícola en el Perú es de 7.3% a 11.3%. Su desaceleración influiría en el crecimiento económico, razón demás para hacer de la agricultura parte esencial en la visión de desarrollo del Perú.