Opinión | Carlos Jaico: Un Perú con visión y misión
Los países desarrollados han pasado por tres situaciones que debían resolver: sus instituciones (democracia y poderes del Estado), los medios de subsistencia (seguridad alimenticia, energética e hídrica) y el desarrollo de su población (salud, educación e infraestructura). Este desarrollo tuvo como base dos vectores importantes que los guiaron: la visión de país y el elemento humano para lograrlo.
Lo primero obedecía a sus capacidades y recursos naturales, lo segundo a sus recursos intelectuales formados en sus universidades.
Son estas bases las que les han permitido avanzar y lograr los más altos índices de bienestar para su población. Verán que la ideología, sea cual sea su borde, no ha puesto en duda estas bases. Por el contrario, las nociones de desarrollo o subdesarrollo -tanto como los partidos políticos- pertenecen a inicios del siglo XX, y llegaron para afinar lo avanzado en cada país, de acuerdo a su situación social, histórica y económica.
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De allí que todo intento de globalización ideológica haya fracasado, al abandonar su área geográfica de creación.
Si analizamos el nivel de desarrollo del Perú, podemos ver que hemos empezado por el final; hablando de lo ideológico, de lo partidario, cuando las necesidades primarias solo buscan recursos y la capacidad profesional para darles solución.
Es por esta razón que a lo largo del país vemos disparidades, como por ejemplo el distrito de Ocoruro (provincia de Espinar, departamento del Cusco), el cual ha tenido recientemente luz eléctrica y saneamiento básico -hasta el 2010 vivían con mechero y vela-, logrando un mínimo Índice de Desarrollo Humano de 0.319. Sin embargo, el distrito de Miraflores (provincia y departamento de Lima), ha logrado satisfacer sus necesidades básicas con un robusto Índice de Desarrollo Humano de 0.827. Sorprenderá saber que ambos distritos fueron fundados el 2 de enero de 1857 por Ramón Castilla; que el primero recibe regalías y canon minero y el segundo no. ¿Qué sucedió entonces para que ambos distritos, lleguen al siglo XXI con esta diferencia en su desarrollo?
Se priorizó lo ideológico, manipulando los agoreros de las ideologías de clase, del victimismo acomplejado que anula capacidades propias, del racismo al revés que busca enemigos lejanos ocultando los cercanos, ubicándose ociosamente en la reivindicación abstracta, sin ser capaces de aportar soluciones concretas a problemas tan básicos. Es allí donde empieza la verdadera desigualdad.
Con lo aprendido, un nuevo año nos espera y el futuro que se construya solo necesitará la responsabilidad de cada compatriota, para cumplir su visión y misión por el Perú.
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