Opinión | Carlos Jaico: Lamento Boliviano ¿Por qué dura Evo Morales?
Evo Morales Ayma asumió el poder en Bolivia el 22 de enero de 2006. El dirigente cocalero aymara, imprimió un cambio de modelo económico, pasando de uno de corte (neo) liberal a uno de economía mixta, haciendo del Estado un activo participante. Es así que el Movimiento Al Socialismo (MAS) se caracterizó por impulsar políticas intervencionistas, teniendo a la nacionalización de los recursos naturales como una de las medidas más importantes. Hoy el Estado boliviano controla 37% de su economía.
Razón no le faltaba. Gracias a la venta de sus recursos naturales, principalmente el gas natural, pudo apoyar sus políticas de lucha contra la pobreza, educación y salud. Su modelo ha permitido un crecimiento promedio de 4.6 % al año desde que asumió el poder, con superávit fiscal, baja inflación, una balanza comercial positiva y buenas reservas internacionales. Esto es lo que muchos llaman hoy el milagro económico boliviano.
Sin embargo, Evo Morales es ya el presidente con más tiempo en la historia de su país. De ser elegido ahora, renovaría su mandato hasta el 2025. Dicho esto, su reelección causa menos sorpresa si se compara la estabilidad lograda en Bolivia, con la crisis humanitaria en Venezuela, la crisis económica en Argentina, las pugnas de poderes y disolución del Congreso en Perú o las revueltas populares en Ecuador y Chile.
Sin embargo, ha debido ganar elecciones, un referéndum revocatorio (que ganó con 67%) y una nueva Constitución (60%). Precisamente, es esta nueva Constitución la que incluyó la reelección presidencial. Eso significaba que Morales podía postular en las elecciones de 2009, las cuales ganó con un respaldo de 64%. Fortalecido, pretendió que su primer gobierno no había concluido porque se hizo bajo la Constitución anterior. Por tanto, este primer mandato no contaba permitiéndole la posibilidad de postular. Pese a las críticas, Morales fue elegido para su tercer periodo con más del 63% de los votos.
Es aquí donde entra el Tribunal Constitucional boliviano, al cual se le acusa de parcialismo al haber posibilitado la reelección de Morales. Dicho Tribunal utilizó el argumento que impedirle ser candidato vulneraba sus derechos políticos. Debido a esta interpretación, Morales puede ser candidato a la presidencia de Bolivia de manera infinita.
Que nos quede claro entonces en Perú, cuán importante es tener un Tribunal Constitucional autónomo e independiente, cuya interpretación de la Constitución permita la necesaria alternancia, evitando la llegada del autoritarismo y la corrupción.