OPINIÓN | Carlos Jaico: Junta Nacional de Justicia o Academia Nacional de la Magistratura: ¿Qué objetivos debe perseguir la justicia peruana?
En Suiza, los candidatos a jueces federales son elegidos por el Parlamento por su afiliación a un partido político. Pese a las iniciativas para cambiar esta manera de elegirlos, el sistema perdura haciendo del tribunal federal una de las instituciones más reputadas por la calidad de sus resoluciones. Pero, ¿cuál es la razón para que este sistema funcione? Los partidos políticos ejercen una competencia positiva, invitando a distinguidos juristas a sus filas para ser jueces federales.
¿Podríamos aplicar este sistema en el Perú? Sería a todas luces imposible. En el Congreso peruano, los partidos han abandonado hace tiempo la preocupación por su credibilidad o reputación. Precisamente, producto de esta clase política el defenestrado Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) fue el espacio para la intromisión de otros poderes del Estado en la justicia, fomentando el tráfico de influencias y la corrupción.
¿Hemos superado esta nefasta experiencia? Aún no. Al parecer la solución de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) muestra ya sus limitaciones al haberse obviado las causas del problema.
Si el objetivo es elegir a los mejores jueces y fiscales, esto no lo deciden de manera personal unos cuantos, por la subjetividad que ronda en estas entrevistas. Es ilusorio también pensar que en ese corto espacio de tiempo se confirme la idónea preparación del candidato, de quien poco se sabe sobre la calidad de sus estudios. Más aún, con el transcurrir del tiempo los que elijan se verían confrontados a las influencias negativas de la sociedad peruana. En la práctica, la JNJ viene a cumplir funciones de corto plazo, inadecuadas a la elección de jueces y fiscales, para una justicia estable a largo plazo.
Se olvida que ser juez o fiscal debe nacer de una genuina vocación y, para serlo, es necesaria una selección en el tiempo donde se prueben capacidad y convicción. Esto se lograría teniendo como ente de formación a la Academia Nacional de la Magistratura (ANM): con su título de abogado, el candidato a juez o fiscal puede pasar su examen de admisión y graduarse luego de dos años como Magíster en la especialidad elegida. El objetivo es que logre una formación que le permita enfrentar la complejidad de los casos en un mundo globalizado. Asimismo, es allí donde debe consolidar los valores éticos, que le permitan resistir a las influencias políticas y económicas. Finalmente, su reflexión le permitirá construir una doctrina y jurisprudencia homogéneas para la seguridad jurídica que el Perú necesita.