OPINIÓN | Carlos Jaico: Institucionalidad y reformas: la necesidad de un segundo referéndum
En su Mensaje a la Nación del 28 de julio 2018, el presidente Martín Vizcarra propuso un referéndum con cuatro proyectos de reforma constitucional. Estos fueron, la Reforma del Consejo Nacional de la Magistratura (hoy Junta Nacional de Justicia), Financiamiento de los partidos políticos, No reelección de congresistas y Bicameralidad. Este último proyecto, deformado por la Comisión de Constitución del Congreso, forzó al Ejecutivo a rechazarla. De manera burda, se intentaba amputarle la facultad constitucional de disolver la Cámara de Senadores, en caso del rechazo de la confianza a dos de sus gabinetes. El ataque frontal al equilibrio de poderes no podía pasar.
Así, el 9 de diciembre la fórmula “Sí Sí Sí No” obtuvo un promedio histórico de 85%, dejando claro que la población peruana deseaba cambios en sus instituciones. Precisamente, la no reelección de congresistas fue la que más aceptación obtuvo. El Congreso pagaba las consecuencias de su alejamiento de los problemas del país y electores, así como su excesivo partidismo. Pese a esta llamada de atención, no se dio por aludido y sigue en la pendiente de autodestrucción. Su imagen languidece por las inconductas y delitos de sus congresistas, ahondando más la crisis de representatividad. Se podría decir que es el primer Congreso que, a mediados de un quinquenio ya extinguió su credibilidad y no da para más. Si a esto le sumamos el fraccionamiento -hasta ahora- en once bancadas, es de esperar que su comportamiento legislativo no sea el más coherente en las legislaturas a venir.
En este entrampado contexto político, ¿podrán ver la luz nuevos proyectos de reforma judicial y política? Nada es menos seguro, porque la parálisis legislativa de hoy, es la misma que existía cuando -hace un año- el actual presidente asumió el poder.
Es aquí donde el referéndum se consolida cada vez más como elemento central de nuestra democracia. Su utilidad está probada tanto como plataforma social de debate, catalizador de reformas para una mejor institucionalidad, así como válvula de escape para que los ciudadanos expresen su voz en temas que les afectan directamente.
Es por tanto imperioso plantear un segundo referéndum, como vía para salir del impase que el Congreso ha creado, al impedir las reformas pendientes. De ello depende nuestra credibilidad como país, así como la calidad de las instituciones que el Ejecutivo pueda dejar para el 2021.