OPINIÓN | Carlos Jaico: "Hacia la estabilidad política del Bicentenario"

Según el artículo 35 de la Constitución Política, “los ciudadanos pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de organizaciones políticas como partidos, movimientos o alianzas, conforme a ley”. La idea de fondo de este artículo es precisar que solo “tales organizaciones concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular”. En sí, la Constitución prioriza a las organizaciones políticas en la construcción democrática y estabilidad institucional, no a las personas en particular. Esta visión estaría lejos de cumplirse en las presentes elecciones generales. Así, las opciones electorales son antropomorfas, debido a que se habla más en función de personajes, no en función de partidos. Una de las consecuencias de este escenario, es la gran inestabilidad debido a que los partidos se usan como medios, no como una finalidad del reforzamiento democrático. Basta ver algunas cifras de afiliados de algunos partidos, para comprobar lo débiles que pueden ser, lo fácil que sería hacerlos vientres de alquiler o, también, volverlos estructuras delictivas: Victoria Nacional 2,553; Avanza País 8,600; Renovación Popular 7,912; Podemos Perú 1,464; Partido Morado 13,962; Juntos Por el Perú 13,437, Fuerza Popular 13,625 o Partido Popular Cristiano 2,909.

No es casualidad entonces que, de estos partidos, 43% de sus candidatos a la presidencia o al Congreso se hayan afiliado en el último mes de vencido el plazo. Sin militancia probada ni la menor visión de país, esta situación conduce a escenarios de inestabilidad, con un Congreso altamente dividido y un presidente electo con poca o nula bancada.

Sin embargo, en estas elecciones, solo dos partidos tienen un número importante de afiliados: Alianza Para el Progreso con 262,324 y Acción Popular con 251,633, ambas agrupaciones de centro. Cabe recalcar que ambos partidos, por el número de afiliados y mayor despliegue nacional, han logrado una mayoría de 25 y 22 representantes, respectivamente, en el actual Congreso. Contando esta vez con candidatos a la presidencia, es de esperarse que el efecto arrastre permita a ambos partidos contar con una representación superior al promedio de partidos. En consecuencia, sería ideal que ambos partidos pasen a segunda vuelta, debido a la necesidad para todo gobierno de apoyarse en una mayoría congresal. Lo contrario conduciría a episodios de inestabilidad y conmoción social, abriendo paso a la dictadura del Legislativo como lo fue del 2016 al 2019 o a una dictadura del Ejecutivo, tal como parece indicar las ofertas de los caudillos en competencia.

◼ Más de Carlos Jaico:

OPINIÓN | Carlos Jaico: "¿Sirven para algo los debates?"

OPINIÓN | Carlos Jaico: "La granja de los animales"

OPINIÓN | Carlos Jaico: "Por la irrenunciabilidad de la nacionalidad peruana"