OPINIÓN | Carlos Jaico: "El tren del Bicentenario"
La posición estratégica del Perú en América Latina, lo ha llevado a iniciar proyectos audaces propiciando el desarrollo del continente. Así, desde que se suscribió el Tratado de Montevideo (1959), dando inicio al proceso de integración de América Latina, se han confirmado uniones como Alalc (1960), la Comunidad Andina (1969), Aladi (1980), Mercosur (1994), Unasur (2008) y Alianza del Pacífico (2011).
En la misma época, Europa ya había firmado el Tratado de Roma (1954), dando inicio a lo que hoy es la Unión Europea. Así, Europa logró crear una zona de libre comercio, una unión aduanera, un mercado común para alcanzar finalmente la unión económica con una moneda común. Sin embargo, estos logros se alcanzaron gracias a las conexiones ferroviarias.
En América Latina, la necesidad siempre ha sido vincular la Cordillera de los Andes, el rio Amazonas, el Pantanal y el istmo centroamericano. Se pensó en el plan IIRSA (Infraestructura para la Integración Regional de Sudamérica), para avanzar hacia una agenda común de proyectos de inversión en los sectores energía, transporte y telecomunicaciones. Asimismo, viviendo de espaldas entre las cuencas del Atlántico y el Pacífico, una Alianza Estratégica entre Perú y Brasil sería el puente natural de desarrollo. Para esto, el proyecto del tren bioceánico que conecte el puerto de Ilo en Perú con el puerto de Santos en Brasil pasando además por Bolivia y Paraguay- debería ser impulsado en esta nueva gestión. Este proyecto también favorecería a Argentina, quien tendría una mejor salida de sus exportaciones, en lugar de pasar por el Canal de Panamá o el Cabo de Hornos. Sin duda, esto crearía una renta estratégica para el Perú, volviéndose el puerto del Pacífico.
El Perú también en el año 1959, se comprometió a hacer una zona de libre comercio, una unión aduanera y crear un mercado común. Sin embargo, en el camino se descuidó la visión que nos hubiese permitido lograr una Comunidad Económica, gracias a la interconexión geográfica de las vías férreas. Porque, mientras Estados Unidos y Europa hacían del tren el medio para la circulación de mercancías, personas servicios y capitales, el Perú con 1,285,000 km² de superficie cerraba sus vías férreas, y hoy cuenta con solo 1,906 km a nivel nacional. Gran diferencia con Suiza quien con sus 41,285 km² de superficie, cuenta con 5,100 km de vías férreas.
Por ser ecológico, barato y sostenible el verdadero desarrollo del Perú y América Latina, vendrán de la mano de los proyectos de infraestructura ferroviaria, algo que Enrique Meiggs de seguro habría soñado para el Bicentenario.
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