21/12/2022 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
¿Por qué Cancillería declaró persona non grata al embajador de México? Por la injerencia en los asuntos internos del Perú. La pregunta sería entonces: ¿Qué pasó con la Doctrina Estrada, base para las relaciones exteriores de México?
La Doctrina Estrada, planteada el 27 de septiembre de 1930, toma su nombre del otrora secretario de Relaciones Exteriores, Genaro Estrada Félix. Según esta Doctrina, México no debía calificar ni pronunciarse sobre la legitimidad de los gobiernos de otros países (principio de libre autodeterminación); como tampoco expresar su postura respecto a saber si un gobierno era democrático o no (principio de no injerencia). En contrapartida, México se liberaba de la necesidad del reconocimiento de sus gobiernos.
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Consagrada en el artículo 89, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esta Doctrina ve hoy debilitada su aplicación por las constantes excepciones a los principios que le dieron vida.
La primera fue en los años 70, con el presidente José López Portillo quien promovió la revolución sandinista en Nicaragua, provocando la caída del dictador Anastasio Somoza. En 1973, Luis Echevarría Álvarez retiró a su embajador en Chile tras el derrocamiento del presidente Salvador Allende; así como hiciera Lázaro Cárdenas en 1939, luego de la Guerra Civil en España, desconociendo el gobierno de Francisco Franco. Con la proclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) abogó por la no intervención y reconoció a Nicolás Maduro como presidente.
En el caso de Bolivia, AMLO y el canciller Marcelo Ebrard narraron lo sucedido a Evo Morales como un golpe de Estado, mientras que la OEA calificaba estas elecciones como fraudulentas. En Nicaragua, la Doctrina se aplicó a rajatabla y, pese a que Relaciones Exteriores dijo que no asistirían por la violación a los Derechos Humanos, AMLO corrigió y México estuvo presente en la juramentación de Daniel Ortega. La misma postura de abandono de la Doctrina se tiene hoy, al defender el fallido autogolpe de Pedro Castillo.
En definitiva, al desconocer la presidencia de Dina Boluarte, el México de AMLO ha roto con este corsé doctrinal, el cual le impedía expresar su verdadera postura ideológica. Tal desapego sería saludable, si serviría para reforzar valores reconocidos como el orden democrático y constitucional. Sin embargo, la injerencia se habría vuelto la regla con la agravante de reforzar la lamentable tradición de autoritarismo, corrupción e impunidad en América Latina. Razón demás para preguntarse, si este accionar no estaría marcando el fin de la Doctrina Estrada.
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