17/11/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Todavía no podemos reponernos ante el ingreso de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Francamente seguimos consternados y por más que sepamos que en diversidad de organismos internacionales, en la práctica, para temas de elección o designación de autoridades, se recurre sin invocarlo, al Derecho Romano, bajo los principios rectores del doy para que des y hago para que hagas, con lo cual estamos frente a un “toma y daca”, que no siempre es idóneo ni transparente.
El Consejo de Derechos Humanos lo integran representantes de 47 Estados miembros de las Naciones Unidas, elegidos por la Asamblea General dentro de los aproximadamente 200 países que la conforman. Los países para tales efectos se agrupan en regiones y, a Latinoamérica le corresponden ocho integrantes.
El encargo de la ONU al Consejo de Derechos Humanos es el de fortalecer la promoción y protección de los Derechos Humanos en todo el mundo, enfrentar la violación y vulneración de los mismos, así como formular las recomendaciones para acciones que pudieren corresponder.
En el presente año la Asamblea General de la ONU ha reelegido para el Consejo mencionado a Brasil y ha elegido como nuevo miembro a Venezuela, en lugar de Cuba que finalizó su mandato. Como los países de nuestra región observaron las gestiones y negociaciones de Venezuela para integrar el Consejo, se auspició la candidatura de Costa Rica. Lamentablemente no hubo el éxito deseado.
Es muy penoso, que pese a existir dentro de la OEA el llamado “Grupo de Lima”, lo que no es desconocido por la ONU y, que tiene por finalidad propiciar el retorno a la democracia representativa en Venezuela, se haya producido la elección que estamos comentando.
Reiteramos que la situación es muy penosa pues no se entiende que países que desean la paz en el mundo, que propugnan la vigencia y observancia de los Derechos Humanos, hayan incorporado a Venezuela al mencionado Consejo. Es harto conocido que en Venezuela no se respetan los Derechos Humanos, que existe una dictadura, hoy presidida por Maduro, sucesor de Chávez, que encarcela a los adversarios políticos, que ha transformado a la otrora rica Venezuela en un país pobre, que hay carencia de trabajo, que los precios aumentan vertiginosamente, que su moneda no vale nada, que los venezolanos huyen de su país, tan prueba de lo cual tenemos en el Perú aproximadamente un millón de venezolanos que han buscado ser recibidos, que se tiene conocimiento de persecuciones y que en los centros penitenciarios y locales policiales se han torturado tanto a venezolanos como a nacionales de otros países y, todo ello, sin recordar a los miles y miles de desaparecidos.
La ONU ha incurrido en el desvarío imperdonable de hacer algo tan terrible como haber llevado en su momento a Herodes como director de una guardería de infantes, o a la banda de los destructores al directorio del INPE o al recordado Mario Poggi como director del Larco Herrera. Solo para graficar la irracional decisión.