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OPINIÓN | Antero Flores-Aráoz: Urgente: siquiatras

Viendo al mundo como está, pienso que lo que más necesitamos son siquia­tras, pues nuestro mundo está de cabeza, patas arriba, cada día más loco.
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21-04-2019

Es preocupación, tanto de los Estados como de los padres de familia, inclu­so de los alumnos que terminan la secundaria, saber la vocación de estos últimos dentro de los oficios y profesiones que son más necesarios.

Algunos consideran que se requieren más maestros pues hay que edu­car e instruir a la gente joven, otros estiman que es la salud corporal y por ello piensan en la medicina, pero hay también los que creen que es la ingeniería, pues es la actividad más ligada al desarrollo. Hay de los que opinan que son más necesarios los abogados, pues ayudan a resolver los conflictos, cosa que no es muy segura.

Viendo al mundo como está, pienso que lo que más necesitamos son siquia­tras, pues nuestro mundo está de cabeza, patas arriba, cada día más loco.

Ni se imaginen que es broma, en todas partes del universo “se cuecen habas” pero también se practican actos demenciales y no los podemos calificar en otra forma, cuando vemos tiroteo en Fort Lauderdale, en Kerch (Crimea), en Estras­burgo, en El Cairo, en Utrech, en Suzano (Brasil), en Santa Fe (Texas), en Toronto; en Hamid Karzai, Kabul y Maidan Uardak (Afganistán), en Ahvaz (Irán), en Kenia y en Mali. No podemos dejar de recordar atentados con coches bomba en Moga­discio, en Münster, en Bogotá, y ataques suicidas en Bagdad.

Los templos tampoco se han salvado del terror, pudiendo señalar a iglesias cristianas en Surabaya (Indonesia), sinagoga en Pittsburgh, en el seminario de Kalaya (Pakistán) y hasta artero ataque reciente en mezquitas en Nueva Zelanda que han conmocionado al mundo.

En nuestra patria se ha visto a un ciudadano jordano atacar a trabajadores en un bar de Miraflores, un acosador arrojó gasolina a una dama dentro de un ómnibus y le prendió fuego, el clan de los Quispe Palomino continuó cegando la vida a militares y policías en el VRAEM, arrojan de silla de ruedas a niña con pará­lisis cerebral, se quita la vida a un colegial en escuela por su propio compañero premunido de arma de fuego, y así podíamos seguir.

¿Podemos pensar que Nicolás Maduro en Venezuela, está en su sano juicio? cuando destruye alimentos y medicinas donados por otros Estados para su pue­blo, el que viene sufriendo las más horribles consecuencias de su desgobierno y rapiña.

Más al norte el gobernante del país más poderoso del mundo se empecina en hacer una muralla entre los Estados Unidos de América y México para impedir que ciudadanos de este último país crucen su frontera de 3145 kilómetros.

Tantos hechos sucesivos y en tan poco tiempo, pues solo hemos dado ejemplos del presente año y del anterior 2018, pueden hacer creer que siempre el mundo fue igual de violento y loco, pero la Historia no lo registra.

Tenemos que estudiar los orígenes y causas de tanta violencia para poderla combatir. Tiene que haber motivaciones, no las conocemos, y después de saber­las buscar los mecanismos de prevención, pues de seguir como estamos no con­seguiremos tantos siquiatras como los que se necesitan