OPINIÓN | Ántero Flores-Aráoz: "Lluvia de millones"
El Gabinete Ministerial del primer mandatario Pedro Castillo, presidido por el congresista y ministro Guido Bellido, se presentó al Congreso de la República para exponer su plan de gobierno y solicitar el voto de confianza, el cual le fue otorgado como todos estamos enterados.
En la exposición, como era de esperarse, se plantearon infinidad de necesidades, veraces por cierto, así como la intención de irlas resolviendo, lo cual no tiene nada de raro si tenemos en cuenta que se debe gobernar para la población y para la satisfacción de sus necesidades en cuanto a servicios públicos, salud, educación, infraestructura y calidad de vida, entre muchas otras.
Seguramente con el mejor de los propósitos y sanas intenciones se mencionó la necesidad de asignar recursos públicos para resolver muchísimos de los problemas, falencias e inequidades, mencionándose cifras que serían invertidas para paliar las deficiencias advertidas y mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas y, sobre todo, de los sectores menos favorecidos. Escuchamos en la exposición del presidente del Consejo de Ministros la lluvia de millones para aplacar los requerimientos.
Lo cierto es que para que llueva tiene que haber agua y, si ella se trata de dinero, debemos tener previamente los recursos económicos, por lo cual, cuando se analice el proyecto de Presupuesto General de la República del 2022 que presente el Gobierno Nacional al Congreso de la República para su evaluación, podremos ver si las buenas intenciones de la lluvia de billetes pretendida, se puede o no llevar a la realidad.
Por supuesto que aspiramos a que se cumplan las promesas enunciadas por el Gabinete Ministerial, para atender las necesidades de la población, pero también esperamos que se solventen con recursos económicos reales y no con “magia” financiera o la famosa “maquinita” que nos lleve a la inflación, que como ya antes hemos experimentado, en el fondo se trata del impuesto más gravoso y caro que pagan los ciudadanos. Los precios se elevan exponencialmente, los recursos y retribuciones de las personas no alcanzan para pagarlos y el malestar se hace generalizado.
Las reglas económicas son clarísimas, probadas, experimentadas y reales, como que no se puede gastar más de los ingresos, que todo egreso tiene que estar sustentado en los ingresos, a lo que se añade la regla legal, consignada en la Constitución del Estado, por la cual el Presupuesto General de la República debe estar debidamente balanceado. Esto en buen cristiano, que no se puede gastar más de lo que ingresa.
Además, no olvidemos que tenemos que seguir enfrentando la pandemia, que es lo más urgente de todo y que demanda ingentes recursos, como bien conocen los ministros Francke y Maúrtua, el primero que tiene que conseguirlos y el segundo que tiene que administrarlos. Ellos, por su experiencia y conocimiento, son conscientes de la necesidad de prudencia en el gasto y que cuando se deja de lado la ortodoxia y el conservadurismo en el manejo económico y financiero, antes que solucionar problemáticas, se puede profundizarlos.
◼ Más de Ántero Flores-Aráoz:
OPINIÓN | Ántero Flores-Aráoz: "Emergencia educativa"