04/11/2018 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
POR: ÁNTERO FLORES-ARÁOZ*
Fui invitado como expositor, por la asociación de exalumnos y graduados de una importante universidad privada. Como cualquier disertación, sea individual o colectiva, ante auditorio universitario, supuse que el esquema del evento sería la conferencia propiamente dicha, con ayudas electrónicas o sin ellas, y seguida de preguntas de los asistentes, las que respondía el conferencista.
Sin embargo, el esquema era diferente, pues la conferencia, si bien era la parte central del evento, no era la más importante, pues había una etapa introductoria, donde aproximadamente cinco graduados de la universidad en cuestión, o por lo menos egresados de ella, explicaban en corta intervención de no más de 5 minutos por persona, el emprendimiento al que estaba dedicado, explicando su origen, su desarrollo hasta el momento actual como igualmente sus perspectivas futuras. Todo ello con utilización de imágenes y sonido.
Después de la conferencia central, los asistentes, todos provenientes de la universidad anfitriona del evento, hacían círculos de entre diez a quince personas, intercambiaban tarjetas o documentos en que se exponían las actividades de cada negocio y las proyecciones estimadas, e intentaban explicar cómo se podían ayudar los unos a los otros, en una conveniente red de trabajo o negocios.
Este tipo de reuniones comenzó hace pocos meses con pocos asistentes, y de reunión en reunión, el número fue aumentando y los interesados eran cada vez más, pues quienes ya habían asistido colgaban en sus portales, muros y redes sociales, grabaciones totales o parciales del evento, con comentarios sobre las características y eficiencia del mismo, lo que era un acicate para que cada vez hubiesen más interesados.
Siempre se ha señalado que la comunidad universitaria tiene varios estamentos, como son los docentes, los alumnos, los administrativos y, por último, los egresados. Evidentemente quienes estaban en el campus universitario eran los tres primeros, pues los últimos, esto es los egresados, graduados o no, tenían sus labores cotidianas dependientes o independientes, o sus emprendimientos o negocios, fuera de la universidad, y esta carecía por lo general de información sobre quienes ya habían dejado las aulas, sea del pregrado como del posgrado.
El desempeño de los egresados que constituyen las redes de trabajo y de negocio, ha sido un buen inicio para que las autoridades universitarias den más importancia a las asociaciones de egresados, tengan contacto con ellas y puedan hasta interactuar y conocer donde laboran y que hacen sus ex alumnos.
El tema no se agota en lo expuesto, pues los propulsores de las redes de trabajo preparan índices de interesados, con sus respectivas señas y actividades, editan también revistas y otras publicaciones en que se exponen éxitos como también deficiencias, al igual como se superaron estas últimas, lo que de suyo constituye modelo o ejemplo para otros emprendimientos.
Observé también mucha innovación e iniciativa, y que no solamente se trataban de nuevos negocios de producción o de comercialización de bienes, sino que se incluían servicios con valor agregado.
Ojalá el modelo se replique en más centros de estudios superiores.
*Ex Presidente del Congreso de la República