COLUMNA | Rubén Quiroz: "Estos 9, Eduardo Madalengoitia"
Es el cuarto tigre, pero narrador (entre esa sublime triada de poetas denominados los “Tres Tristes Tigres”: Chirinos, Mazzotti y Mendizábal). Con un conjunto de nueve cortos cuentos, más cercanos a crónicas, narra con la inocencia del narrador empeñoso y que teje orgulloso sus tramas, algunos de ellos de índole fantástica y otras más bien realistas. Por ejemplo, en “El ascensor”, el protagonista se extravía en un edificio imaginado al subir a un ascensor o más bien el propio personaje es una alteración de las dimensiones espaciales de una caja, como una nave del tiempo, que tiene vida propia. Ese juego de ubicuidad y extrañamiento ante lo repentinamente fantástico tiene un buen ritmo y es el mejor de toda la cadena de sus esfuerzos cuentísticos reseñados.
Madalengoitia, ha centrado sus preocupaciones narrativas en relatos insuflados de finales abiertos y sugerentes. Hay mucho de voluntad y ardor por construir historias, aunque breves, amables con un lector posible. Efectivamente, recurEs el cuarto tigre, pero narrador (entre esa sublime triada de poetas denominados los “Tres Tristes Tigres”: Chirinos, Mazzotti y Mendizábal). Con un conjunto de nueve cortos cuentos, más cercanos a crónicasre a técnicas básicas para hilvanar a los personajes con la trama misma y ello facilita la lectura a quien lo desee. Por supuesto, tiene una excelente oportunidad para seguir explorando la línea fantástica que es donde logra sus mejores resultados.
INTERTÍTULO: MICAELA BASTIDAS, SARA BEATRIZ GUARDIA
Micaela Bastidas, más que un símbolo de resistencia indígena es un camino. Más que el pasado, es el futuro mismo. Su capacidad estratégica, su visión para resolver situaciones altamente conflictivas es prácticamente una agenda para todas las batallas feministas y de liberación de cualquier forma opresora. No se podría entender la revolución de Túpac Amaru sin su participación activa, influyente y decidida. Incluso, si se hubiera atendido más a sus sugerencias es probable que las batallas hubieran tomado otro rumbo.
La estudiosa Sara Beatriz, además compiladora de este volumen de homenaje a una de nuestras fundadoras de la heroicidad nacional, plantea, incansable, el rol clave de esta mujer en las luchas por la independencia. Sabemos de la crueldad con la cual fue apagada esta insurrección y toda la maquinaria española de aniquilamiento puesta al servicio del imperio europeo. Debe ser una de las más sanguinarias y crueles formas de aplacar un levantamiento en América.
Junto a enjundiosos ensayos de Edgar Montiel, Claudia Luna y Fanny Arango, componen un muestrario de relecturas sobre esta figura, ya imprescindible, de nuestro tan cercano bicentenario, que más bien fue el resultado de levantamientos indígenas cuya fuerza no se rindió fácilmente. Bastidas sería el punto de partida de una matria peruana, cuyos alcances de libertad son necesarios.