COLUMNA | Antero Flores-Aráoz: "Rogando y dando"
Acaba de conmemorarse el día internacional de los derechos humanos, lo que nos debe llevar a reflexiones sobre el particular, y principalmente a que no lograremos la ansiada paz en el mundo si es que no son respetados rigurosamente los derechos elementales del ser humano.
Estamos acostumbrados a invocar el cumplimiento de los derechos, empero no siempre los respetamos y menos hacemos lo necesario para que ellos sean realidad. Como dice el refrán a Dios rogando y con el mazo dando. No basta la invocación hay que esforzarse por ellos.
En lo que se refiere a la paz, el tema es aún más complicado, puesto que estamos habituados a reclamar a las grandes potencias que la propicien y que no desaten más conflictos y ni siquiera con el pretexto, o quizás causa, de debelar luchas entre terceros países.
Lo cierto es que en lo que se refiere a nuestro hemisferio la cosa no anda muy bien que digamos. En México cada día cobra mayor presencia y relevancia los carteles de la droga. En Centro América y parte del Caribe, las “maras” se tornan más violentas y delincuenciales. En América del Sur el tema no está mejor, pues ya conocemos de la situación de deterioro en Venezuela, el rompimiento del Acuerdo de Paz entre Colombia y las FARC, en Ecuador la conflictividad con pueblos originarios es patente, en Brasil el peligro del renacimiento del Partido de los Trabajadores gran aliado de las corruptas empresas constructoras, en Bolivia el conflicto social originado por el empecinamiento de Evo Morales de perpetuarse en el poder, en Argentina la vuelta del populismo y, para colmo en Chile, el país con mayor desarrollo humano y económico de la región, pues explotó.
Todo lo que estamos viendo en nuestro alrededor nos tiene que llevar al raciocinio que tenemos que actuar decididamente para que no nos pase lo de otro países y para ello tenemos que ser muchísimo más comprometidos con el cumplimiento de los derechos humanos que son los que generan la paz. Indiscutiblemente tenemos que crear más fuentes de trabajo y ello solamente se puede dando seguridad a la inversión que es la que genera los puestos. También retribuciones adecuadas y sin olvidar que tenemos que hacer reformas a los sistemas pensionarios para elevar los ingresos irrisorios que perciben la mayoría de los retirados de la tercera edad además de suministrar servicios básicos a las poblaciones. En fin, hay mucho por hacer y no nos podemos cruzar de brazos.
A nivel mundial debemos ser conscientes que si bien se ha avanzado muchísimo en tecnología e innovación, no es menos cierto que ello también tiene sus bemoles, pues con la robótica, la inteligencia artificial, la biotecnología y comunicaciones cada vez más perfeccionadas, se sigue reduciendo la mano de obra y tendremos que buscar las soluciones que correspondan para evitar otros conflictos, como los que puede generar el calentamiento global y los efectos de la falta de agua. Tenemos muchas tareas por hacer, e insistimos, no basta repetir el aforismo a Dios rogando y con el mazo dando, sino que es hora que cojamos el mazo para resolver en paz los retos a que nos hemos referido.