28/08/2023 / Exitosa Noticias / Amenidades / Actualizado al 28/08/2023
En el corazón de Lima, un hospital psiquiátrico se alza como un testamento tangible del compromiso inquebrantable de un hombre con la sociedad. Víctor Larco Herrera, cuya vida se entrelaza con el progreso, la generosidad y la visión, dejó una marca perdurable no solo como destacado empresario y político, sino también como un filántropo cuya pasión por el bienestar social trasciende los límites del tiempo.
En esta nota, descubrirás la razón detrás del honor otorgado a Víctor Larco Herrera a través del nombre de uno de los centros de salud mental más importantes del país, un tributo a su incansable dedicación a mejorar la vida de los menos afortunados.
¿Quién es Víctor Larco Herrera?
Víctor Larco Herrera, proveniente de una familia acomodada, dejó un imborrable legado como empresario, filántropo y político. A cargo de la empresa azucarera creada por su padre en Trujillo, sus habilidades comerciales le permitieron expandir sus horizontes, adquiriendo haciendas y fundos para financiar su impresionante labor filantrópica.
La generosidad de Larco Herrera se manifestó tempranamente en 1888, cuando la compañía Viuda de Larco e hijos acordó donar un centavo a la beneficencia de Trujillo por cada saco de azúcar vendido.
Esta contribución constante aceleró la expansión de hospitales y la realización de obras sociales, enriqueciendo la vida de numerosos trujillanos.
La faceta política de Larco Herrera
El compromiso de Víctor Larco Herrera trascendió las fronteras de la empresa y se manifestó en el ámbito político. Elegido senador en 1904 y más tarde alcalde de Trujillo, su impronta modernizadora quedó sellada en las calles pavimentadas y en el majestuoso palacio municipal que erige en la ciudad.
Los edificios que dieron origen a la Plaza 2 de Mayo en Lima también son testigos de su legado.
Sin embargo, su valiente postura política no estuvo exenta de desafíos. Su encarcelamiento en la Penitenciaría de Lima, conocida como El Panóptico, debido a su demanda de una sucesión constitucional tras un golpe de estado, refleja su compromiso inquebrantable con la democracia.
Incluso en momentos oscuros, como recluso, Larco Herrera destinó recursos para proveer a los presos con libros, demostrando su empatía y visión humanitaria.
Hospital psiquiátrico lleva su nombre
En el ámbito de la salud mental, Larco Herrera desplegó una pasión incansable por el bienestar de la sociedad. Reconociendo la necesidad de un centro de salud mental adecuado, se convirtió en inspector del Asilo Colonia de la Magdalena, una institución que buscaba mejorar, pero que carecía de los recursos necesarios.
Con una donación sin precedentes de 1 millón y medio, el hospital psiquiátrico cambió su nombre en 1930, honrando su contribución perdurable.
Hoy, el nombre de Víctor Larco Herrera brilla en el hospital psiquiátrico de Lima y en los corazones de aquellos que conocen su historia. Su visión de un mundo mejor impulsó la transformación de su comunidad y dejó una marca indeleble en la sociedad peruana.